Lo que comenzó como una simple invitación a disfrutar de la nieve terminó en un verdadero desastre para Roccaraso, una de las estaciones de esquí más populares de Italia. El pasado domingo, 10.000 turistas improvisados invadieron el pequeño pueblo de Abruzzo, desatando un caos absoluto, todo gracias a publicaciones virales en TikTok.
La influencer napolitana Rita De Crescenzo publicó varios videos mostrando la espectacular nevada en Roccaraso, lo que provocó que empresas turísticas de bajo costo organizaran viajes exprés desde Nápoles por solo 20 dólares, incluyendo transporte y un sándwich. El resultado: 220 autobuses y cientos de coches bloquearon las estrechas carreteras del resort, generando un colapso sin precedentes.

Pero el problema no fue solo el tráfico. Muchos de los visitantes ignoraron las reglas de esquí, improvisaron trineos con sartenes e incluso encendieron barbacoas en la nieve. Videos en redes sociales también mostraron montones de basura dejados por los turistas, lo que enfureció a los 1.500 residentes locales.
El alcalde de Roccaraso, Francesco di Donato, calificó la situación como «un asalto real» y advirtió que el sistema del resort no está preparado para recibir tal cantidad de visitantes de un solo día. «No podemos instalar mil baños químicos en una estación de esquí», se quejó.
La crisis ha llevado a las autoridades a imponer restricciones a los autobuses turísticos para evitar que se repita el colapso el próximo fin de semana. Sin embargo, según medios locales, el número de reservas para este domingo ya se ha duplicado, lo que pone en jaque a las autoridades.
Mientras tanto, De Crescenzo defendió su papel en el incidente: «Hice una publicidad hermosa para Roccaraso y la gente enloqueció con mis videos», dijo en un post. Pero para los residentes y esquiadores habituales, la promoción resultó ser una pesadilla.

La controversia también ha desatado tensiones entre los turistas de Nápoles y los locales de Roccaraso, algunos de los cuales han sido acusados de discriminación. Sin embargo, el alcalde insiste en que no se trata de un tema de origen, sino de comportamiento: «Queremos turistas, pero que sean respetuosos y sigan las normas».
Roccaraso se prepara ahora para otro fin de semana crítico. ¿Se podrá evitar un nuevo colapso o será otro domingo de caos?