Si llegaba a faltar alguna razón más para visitar Chicago, en los próximos meses se terminarán de decidir: abrirá el primer Café Nutella del mundo.
Será la primer tienda a cargo de la empresa matriz Ferrero, cuyo equipo ya está buscando abrir una segunda sucursal en otra ciudad.
«Hay una cultura gastronómica increíble en esta ciudad, y Nutella tiene que ver con la idea de compartir la buena comida con amigos y familiares», dice Noah Szporn, director de marketing de Nutella North America. «Pensamos que Chicago sería el lugar perfecto para hacer esto realidad.»
La abertura de Chicago es su primer incursión con una tienda de este estilo y quisieron hacer la experiencia memorable.
Los visitantes ingresan al lugar a través de una puerta que tiene la forma del pote Nutella y una vez dentro se encontrarán con un espacio rodeado de paneles acústicos parecidos a olas de chocolate y luminarias de color amarillo brillante en forma de flores de avellana que iluminan, por supuesto, la comida.
El menú incluye una amplia gama de opciones dulces y saladas, tanto para grandes como pequeños. Cada uno de los platos está de alguna manera inspirado por Nutella o sus orígenes. «Queríamos desafiar a los chefs con la idea de llevar la esencia de Nutella a todo el menú, ya sea en pastelería para el desayuno o hasta en una ensalada», señala Szporn, quien hace referencia a las verduras rematadas con avellanas picadas y panini rellenas de jamón de Piamonte, la misma región italiana donde Nutella comenzó.
NUTELLA GRAND OPENING: Chicago’s first-ever Nutella cafe opens at 10 a.m. today at 189 N. Michigan Ave. pic.twitter.com/FaCe6HgRIF
— FOX 32 News (@fox32news) May 31, 2017
Las opciones más dulces incluyen desde las baguettes Nutella-avellana y los crepes Nutella-Banana, hasta las incorporaciones más creativas que incluyen avena o ensalada de fruta con yogur.
Sea cual sea la orden de los invitados, el equipo espera que los comensales puedan disfrutar de la comida en un entorno agradable. «Nutella tiene un patrimonio europeo, y parte de eso incluye la idea de visitar pastelerías y cafés y tomarse el tiempo para sentarse, conversar con otras personas y disfrutar de un buen momento», dice Szporn. «Esperamos que la práctica siga adelante».
