Hay dos frases que me vienen a la cabeza cuando veo este tipo de iniciativas. Por un lado, la idea de que a la gente solo la ayuda la gente, los pares, los que están en la misma, los que curten una misma realidad. En paralelo también suelo recurrir a «El Aguante», la canción de Calle 13. Es que, precisamente leo esto y solo pienso: «Aguante el aguante». Como consecuencia de las restricciones causadas por el COVID-19 los cines de París, teatros y museos llevan ya varios meses cerrados. Pero eso no es motivo de que, a pesar de estar en la «mala» puedan ayudar a otros que necesiten un empujón.
Ante el mencionado contexto, en el corazón del distrito de Odeón de París, varias salas de cine han tomado una curiosa iniciativa: utilizar sus fachadas para reconocer la labor de los comerciantes del barrio. ¿Cómo? De pronto, los frentes de estos sitios culturales dejaron de lado los anuncios publicitarios de obras de teatro y estrenos de películas para potenciar la difusión de los locales comerciales que se encuentran en los alrededores.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo del banco BNP Paribas y ha sido ideada por la agencia Hungry and Foolish. Estos últimos han sido los encargados de fotografiar a los comerciantes y crear estos carteles con una estética que recuerda a las películas de acción y superhéroes. En ellos, cada uno lleva objetos estrechamente relacionados con su profesión, como cucharones de madera para el cocinero o unas tijeras para la peluquera.
De esta manera, la propuesta propone subrayar la importancia de la vida en el vecindario, sobre todo cuando el país ha vivido ya tres encierros desde marzo del año pasado. Los cines, considerados no esenciales por el gobierno, permanecen cerrados y esta es una forma de aportar su granito de arena a la defensa del pequeño comercio, quienes están sufriendo de forma muy negativa la crisis sanitaria.
TAsí, tras los cines MK2 y UGC del distrito de Odeón, esta iniciativa ha visto la luz en otros cines de la ciudad de París, Lyon, Dijon y Estrasburgo.
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