Un español encontró una manera tan polémica como redituable de ganarse la vida: cobra 550 dólares por irrumpir en casamientos para arruinarlos públicamente. Se presenta como el amante secreto del novio o de la novia, interrumpe la ceremonia, declara su supuesto amor eterno y termina provocando escenas de confusión, escándalo y, en muchos casos, la cancelación del evento.
El protagonista se llama Ernesto y se volvió viral en TikTok, donde exhibe sin filtros su peculiar emprendimiento. Según explica, la idea surgió para ayudar a personas que no están seguras de casarse pero tampoco saben cómo frenar la boda sin enfrentar miradas, reproches o conflictos familiares.
“Si tenés dudas, no querés casarte o no sabés decir que no, no te preocupes más: yo cancelaré la boda por vos”, promete en sus redes.
Cómo funciona el servicio
El mecanismo es simple: el cliente solo debe indicar fecha, hora y ubicación de la ceremonia, y Ernesto aparece en el momento exacto en que los novios están a punto de decir “sí”. Frente a todos los invitados, interrumpe el acto y se presenta como “el amor verdadero” de uno de los protagonistas, suplicando que huyan juntos.
La escena suele terminar con gritos, llanto, indignación general y la boda suspendida. Todo esto forma parte del paquete base, por el cual cobra 550 dólares, sin contar viáticos si debe viajar fuera de su zona habitual.
Ernesto asegura que el precio cubre la planificación completa del guion, ya que analiza previamente la dinámica del evento, la cantidad de invitados, el tipo de ceremonia y el momento más efectivo para generar impacto.
Riesgos incluidos y golpes “extra”
El negocio no está exento de peligros. El propio Ernesto reconoció que en algunas ocasiones terminó siendo insultado, empujado o directamente golpeado por familiares o amigos de los novios, que lo confunden con un intruso real.
Por ese motivo, agregó una particular cláusula: cobra un adicional de 55 dólares por cada golpe, cachetada o agresión que reciba durante la intervención.
“Nunca sabés cómo va a reaccionar la gente cuando alguien frena una boda”, comentó.
Agenda llena y polémica en redes
Lejos de ser un caso aislado, el español asegura que la demanda no para de crecer y que ya tiene la agenda completa por el resto del año. Sus videos, que mezclan dramatización con humor negro, acumulan miles de visualizaciones y comentarios cruzados.
Mientras algunos celebran la creatividad del servicio y lo consideran una “solución práctica” para quienes no se animan a dar marcha atrás frente a un matrimonio, otros lo critican duramente por jugar con los sentimientos ajenos y convertir en espectáculo uno de los momentos más importantes en la vida de muchas personas.
Entre cupidos que buscan unir almas y proveedores de bodas que viven de consolidarlas, Ernesto encontró su propio nicho: el de arruinar ceremonias por contrato. Un emprendimiento tan insólito como controversial que demuestra que, incluso en el amor, siempre hay lugar para los negocios más inesperados.
