¿Cuántas veces hemos visto a esos viajeros parados en las carreteras y hemos sentido profunda curiosidad sobre su destino? Y si tuvimos la suerte de volverlos a ver en nuestra siguiente parada, hemos pensando ¿Cómo hicieron para llegar antes que nosotros? La respuesta es: Gracias a la señal mágica, «la del dedo».
Estoy segura que muchas preguntas deben estar pasando por su cabeza: ¿es seguro tirar dedo? ¿cómo sé que la persona que me lleve es una persona de bien y no me pasará nada? ¿cómo saber en dónde tirar dedo? ¿a qué hora? ¿sol@? Aquí les comento algunos tips que me sirven y me han servido en cada uno de mis viajes sin embargo cada uno de nosotros, viajeros, tenemos y tendremos experiencias distintas y debemos tener siempre los 5 sentidos alertas para con nuestro alrededor:
1. Hazle caso a tu intuición
Tirar dedo es como una tómbola. Siempre he sentido que tengo una brújula interna que me dice por donde debo ir. Mi madre dice que tengo «ángeles que me cuidan» en cada sitio que voy. Como quieran llamarle, cada uno de nosotros lo tiene. Si estás en una calle donde no te sientes cómod@ o conoces alguna persona que no te inspira confianza, entonces es mejor alejarte. Tu yo interior nunca falla.
2. Como viajeros tenemos que tener en claro la información del lugar que visitamos
Qué tan segura es la ciudad que estamos visitando para saber por donde ir y qué no hacer. Por ejemplo, tirar en dedo en Reyjavick es distinto que tirar dedo en Chicago ya que la primera es conocida como una de las ciudades más seguras del mundo (sobretodo para los viajeros y para tirar dedo) y la segunda es una ciudad que es conocida por su delincuencia donde no les recomendaría tirar dedo.
3. No irse a lugares alejados
Les recomiendo siempre movilizarse por avenidas y/o calles transitadas y hacerlo de día. De ser posible tirar dedo en grifos y/o paraderos. De esta manera siempre estarán rodeados de personas y así sentirán más seguros mientras tiran dedo.
4. Observen
Observen a su conductor, observen el auto y su interior, que hay en los asientos delanteros, traseros y de esta manera tendrán una idea de con quien estarían tirando dedo antes de tomar una decisión.
5.Siempre es mejor viajar conectados:
Antes de subir tómenle una foto al auto y sobretodo al número de matrícula, o escríbanlo. Enseguida envíen esta información a casa (por whatsapp, email, etc). Asegúrense que el conductor lo note, esto funciona como un repelente ante los malos conductores.
6. Que sepan que estás acompañad@
Si están con compañeros de viaje y se separarán, hagan que ellos también registren los datos del auto y demás detalles. Despídanse de ellos, que el conductor lo vea y sepa que no están solos.
7. Asegúrense que la puerta del auto pueda abrirse por adentro
Pídanle al conductor que les abra la puerta, esto será más sencillo si están utilizando sus manos en cargar varias cosas. En todo caso verifiquen esto ni bien suban, lo mismo con la ventana.
8. Lleven sus propias bebidas y snacks
No acepten nada de su conductor. Siempre es mejor prevenir que lamentar, así sean las personas más buena onda del mundo.
9. Mejor si es acompañado
Si bien yo he tenido la experiencia de tirar dedo sola y he conocido a personas maravillosas, les recomiendo hacerlo acompañad@s. Así tendrán doble diversión y doble seguridad.
Finalmente les comento una de mis últimas experiencias viajeras: en Septiembre pasado tuve la oportunidad de tirar dedo por la Ring Road en Islandia. Recorrí desde la catarata de Selfoss hasta el glaciar de Jökulsárlón con 2 viajeros Rafael de Brasil y Andras de Hungría. A Rafael y a Andras los conocí en el hostel donde me hospedé en Reyjavick. Los tres habíamos llegado solos a Islandia y nos llevamos súper bien, tanto que me dijeron que alquilarían un auto al día siguiente para recorrer la Ring Road. Decidí que esperaría hasta el último minuto para ver si iría. Al día siguiente me encontré con Rafael y Andras alquilando el auto frente al hostel y sentí una buena vibra (chicos si leen esto nunca pensé que fueran mala onda! jaja) y decidí ir, así sin más. ¡La pasamos súper bien! Rafael y Andras fueron unos increíbles compañeros de viaje con los que compartí vistas impresionantes! ¡Compañeros con los que sigo en contacto! Ya me tocaba regresar y como ellos continuarían recorriendo la isla, intenté tirar dedo de vuelta sola. Paré a todas las parejas que pasaron por esa carretera, pero los carros iban llenos y no tuve éxito así que regresé en bus. Y es que es así la vida de un viajero: impredecible.