La Fontana de Trevi, con casi 50 metros de frente, es una de las mayores fuentes monumentales del Barroco en Roma: por su belleza, se ha consolidado como uno de los lugares más característicos de la capital italiana, siendo recomendada su visita tanto durante el día como por la noche. Tras varias semanas de restauración, el atractivo está nuevamente en funcionamiento para recibir a público visitante y turistas: por regla, ahora se permitirá un aforo de solo 400 personas en simultáneo.
Esta medida de acceso garantizado a un número máximo de aproximadamente 400 personas al mismo tiempo comenzó a tener vigencia desde el pasado domingo 22 de diciembre de 2024. Cabe destacar que la ‘Fontana’ registraba previo a esto una estimación diaria de 12.000 visitantes. En otro orden, la ciudad no descartaría la posibilidad de comenzar a cobrar 2 euros por entrada a los visitantes, aunque por el momento no hay novedades confirmadas al respecto.
En el marco de esta nueva modalidad de visita, también se determinó que la entrada a la fuente se realice por la escalera central, mientras que la salida sea realizada por la puerta del lado de Via dei Crociferi.
De esta manera, la información clave sobre la visita ha quedado establecida de la siguiente manera:
– Todos los días de 9.00 a 21.00 horas (último acceso a las 20.30 horas);
– Los lunes y viernes a partir de las 11.00 horas para permitir las operaciones de recogida de monedas; cada segundo lunes de 14 a 21 horas para vaciado y limpieza del tanque.
– El acceso gratuito será a partir de las 21.00 horas.
En cuanto a prohibiciones vigentes, ya no estará permitido comer, beber o fumar cerca de la fuente, y si bien los visitantes pueden moverse libremente alrededor de la misma, está prohibido sentarse en el borde de la piscina.
La intervención extraordinaria de mantenimiento de la Fontana di Trevi de 2024
Entre los meses de octubre y diciembre de 2024 se llevó a cabo una especial intervención de mantenimiento en la Fontana de Trevi: en el marco del programa PNRR – Caput Mundi (Mantenimiento extraordinario de algunas fuentes monumentales en el Centro Histórico de Roma, n. 323), se trató de una iniciativa de posición intermedia entre las operaciones ordinarias de limpieza y mantenimiento que se realizan periódicamente con el vaciado de los tanques, y las intervenciones de restauración estructural (como las de los años 1989-90, 1999 y 2014) destinadas a eliminar las calizas y las pátinas biológicas que se depositan sobre los materiales.
Según han explicado autoridades, la intervención tuvo como objetivo «eliminar localmente los elementos que determinan un riesgo de conservación de la propia obra, actuando sobre las superficies pétreas de la parte inferior del monumento, en particular la zona comprendida entre el borde de la piscina y las escaleras de acceso, sometidas a una limpieza a fondo«.
La operación, llevada a cabo por la Superintendencia Capitolina, se enmarca en un programa en el que también participan las fuentes del Quirinal, Barcaccia, Tortuga y Tiara, todo ejecutado por un importe total de 1.187 millones de euros.
Principales factores de degradación que afectan al patrimonio
Expuesta al aire libre, la Fontana de Trevi está sujeta a un conjunto de factores de degradación como la presencia de contaminantes y agentes atmosféricos, el agua y la humedad, que ejercen su acción mediante procesos químicos, físicos y biológicos.
El uso de hierro para las ménsulas de soporte de los grupos escultóricos, por un lado, garantiza ventajas en términos de estabilidad y resistencia mecánica, por otro plantea problemas relacionados con los procesos de oxidación que sufre el metal, con la formación de óxido y, en consecuencia, alteraciones estéticas del travertino.
Otro factor de degradación es la presencia constante de agua y humedad, que conllevan riesgos de erosión y de formación de un hábitat favorable al desarrollo de flora y fauna microbiana, nocivas para la piedra y otros materiales constitutivos.
Por último, los contaminantes del aire desempeñan un papel, mitigado sólo parcialmente por la semipeatonalización de la plaza. Pequeñas partículas se depositan continuamente en las superficies, lo que requiere un control y una limpieza constantes.
La investigación preliminar de los materiales
Previo a cualquier intervención de mantenimiento o restauración es la fase cognitiva del monumento, con análisis diagnósticos no invasivos destinados a investigar el estado de conservación del bien. Cabe recordar que la Fontana de Trevi está formada por un conjunto heterogéneo de materiales, como mármol de Carrara, travertino, estuco y metales. Su análisis y comparación con muestras de referencia permite cuantificar los efectos de la degradación y establecer las intervenciones más adecuadas, encaminadas a eliminar, por ejemplo, pátinas e incrustaciones.
En particular, el travertino de la Fontana de Trevi se caracteriza por una composición predominante de piedra caliza, con una alta concentración de calcio y, en menor cantidad, de hierro y estroncio. La pátina roja visible en la superficie del acantilado demuestra un notable aumento en la concentración de hierro, destacando una alteración significativa en comparación con el travertino de referencia.
Las intervenciones sobre las superficies pétreas se desarrollaron a través de tres fases:
- Limpieza . Desinfección de microorganismos y eliminación de depósitos superficiales inconsistentes y parcialmente adherentes, costras negras, capas carbonatadas y óxidos de hierro.
- Consolidación . Restauración de la cohesión, readhesión de lascas y fragmentos y ejecución y reparación de rejuntados.
- Aplicación de protector . Aplicación de una capa protectora sobre superficies para contrarrestar la acción de agentes atmosféricos y contaminantes.
Además, se ha realizado un tratamiento antioxidación en los elementos metálicos para evitar la corrosión de pasadores, abrazaderas, soportes y aros.
En la zona de amortiguamiento se realizaron actividades de desmalezado, desinfección y lavado, así como la revisión de las lechadas alteradas y la reposición de los elementos de pavimento arrancados por el tránsito peatonal en la plaza.
Finalmente, se aplicaron revestimientos impermeabilizantes en los tanques principal y secundario con el fin de proteger el material pétreo de infiltraciones.
La pasarela: una nueva forma de admirar la Fontana di Trevi
Con el fin de garantizar la usabilidad del monumento y ofrecer al visitante una nueva perspectiva desde la que admirar la Fontana de Trevi, durante el primer mes de construcción se instaló una pasarela temporal que permitía observar el famoso aparato escultórico desde unos pocos metros. así como las operaciones de mantenimiento en curso. La pasarela también ofreció la oportunidad de adquirir nuevos datos sobre asistencia, útiles para solucionar los problemas de hacinamiento de la zona.