Dony se encontraba solo en un estacionamiento, completamente perdido y abandonado. Hasta que fue visto por una de las azafatas de Air Busan, quien decidió llevarlo a la oficina para darle un lugar cálido y seguro.
El pequeño perro siempre está ahí para recibir a todas las azafatas después de sus largas jornadas. Y todos admiten que no hay mejor sensación que ser recibido por él después e un largo y agotador vuelo.
Él es totalmente selectivo cuando se trata de quién puede abrazarlo y abrazarlo; solo le gustan las azafatas. Incluso cuando un auxiliar de vuelo se acerca a él de manera amistosa, Dony reacciona fríamente hacia él.
El perro ya es un miembro más de la oficina de los auxiliares de vuelo, donde se lo puede ver pasar el rato con un grupo de azafatas o simplemente esperándolas en la entrada de la oficina. Tan es así que ya tiene su propio uniforme como para poder ser identificado.
