Un australiano que se aburrió durante el encierro y decidió construir un muro enorme en el jardín de su casa ahora se enfrenta a una batalla para mantenerlo debido a las quejas de sus ‘malditos vecinos’.
Ali, que vive en Sydney, dijo que el deseo de tener un poco más de privacidad, así como un buen montón de aburrimiento, finalmente lo llevó a construir un muro de cinco metros de altura en su jardín.
Lo ha llamado la ‘Gran Muralla de Chester’, ya que tiene tres veces el tamaño de lo que podría considerarse una valla de jardín suburbana normal.
Naturalmente, eso significa que algunos de sus vecinos están menos que impresionados con su creación.
Ali describió las circunstancias que llevaron a la creación de su extraño, pero bastante impresionante, muro como una ‘explosión cerebral Covid’.
Le dijo a A Current Affair: «Bueno, cuando estás sentado en casa y no te permiten ir a ninguna parte y los vecinos te miran, dices ‘¿sabes qué? Voy a construir un muro ensangrentado'».
Para ser justos con él, está encantado con su creación, que tiene algunos hermosos detalles de parquet e incluso luces.
Dijo durante una entrevista que ‘es como ir a un museo de arte’ cuando lo miras.
Ali hizo todo con un marco de acero con una hermosa madera de goma en macetas.
Definitivamente parece que invirtió algo de pensamiento, esfuerzo y habilidad en la creación.
Sin embargo, la parte de atrás, la parte que da a su casa, no es tan elegante.
En la parte posterior, hay una gran cantidad de clavos que sobresalen y algunos cables también, creando algo menos estéticamente agradable.
Es posible que por eso algunos de los vecinos no estén muy contentos.
Ali explicó: «Sí, bueno, también iba a hacer una buena función en el otro lado … pero cuando tienes vecinos malditos, eso es lo que sucede».
Desde que se erigió, el Consejo de Cumberland ha recibido, como era de esperar, una serie de quejas sobre el muro.
Uno dijo, con bastante razón: «Es muy alto».
Otro se quejó de que obstruye su visión.
Ahora, Ali recibió un aviso para que lo retiren en dos semanas.
Ha pedido un indulto de última hora, pero dice que venderá la cerca si es necesario.
Está en una parte de su jardín que alguna vez fue el hogar de algunos pinos, pero estaban muriendo y por eso fueron removidos.
