Un hombre de 32 años sobrevivió milagrosamente a un violento ataque de oso mientras corría por un bosque en Myoko, Japón. La víctima, Billy Halloran, originario de Nueva Zelanda, fue emboscado por dos osos negros asiáticos mientras hacía su rutina de entrenamiento.
Halloran relató que, al intentar retroceder lentamente, uno de los osos se abalanzó sobre él y lo mordió con fuerza en el brazo: “De un mordisco, mi brazo quedó destrozado”, contó desde el hospital. El animal también lo atacó en una pierna antes de huir entre los arbustos.
Herido y con el brazo roto, Halloran logró correr más de un kilómetro para encontrarse con su esposa, quien lo llevó a esperar la ambulancia. Desde entonces, ha pasado por tres cirugías, incluyendo un injerto de hueso de cadera y la colocación de placas metálicas.
El ataque ocurrió en medio de un alarmante aumento de incidentes con osos en Japón: más de 100 personas heridas y al menos siete muertas en lo que va del año, la cifra más alta desde 2006. Los expertos advierten que los animales se están aventurando fuera de sus hábitats naturales debido al cambio climático, que afecta la disponibilidad de alimento.
Aunque el trauma aún lo acompaña, Halloran asegura que no piensa abandonar su pasión por la naturaleza: “Quiero volver a correr. Me siento afortunado de estar vivo. Otros no tuvieron la misma suerte.”
