Cuba tiene tan pocos casos de coronavirus propios que tiene que recurrir a Irán para probar su vacuna.
El Instituto de Vacunas Finlay (IFV) estatal de Cuba se encuentra entre las numerosas instituciones que trabajan en una vacuna para ayudar a detener la pandemia, pero se topó con un obstáculo antes de su ensayo clínico de fase 3 debido a la falta de casos.
Según la Universidad Johns Hopkins, el país ha reportado un total de 15.007 casos y 153 muertes entre su población de 11 millones, aproximadamente una décima parte de las cifras promedio mundiales.
Con el fin de avanzar en el desarrollo de la vacuna Sovereign 02, IFV firmó un acuerdo con el Instituto Pasteur de Irán para permitir que las pruebas de Fase 3 avancen en Irán.
En un comunicado en Twitter, la IFV dijo que los ensayos «nos permitirían avanzar más rápido en la inmunización contra COVID-19 en ambos países».
El mes pasado, el director de IFV, Vicente Verez, reconoció que ha sido difícil realizar pruebas clínicas de Fase 3 en Cuba porque su brote no ha sido tan grave como el de muchos países más grandes. Añadió que el Sovereign 02 muestra «una respuesta inmune temprana (a los 14 días)».
Cuba espera inmunizar a toda su población con sus propias vacunas dentro de los primeros seis meses de 2021. El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología del país también está trabajando en otras dos vacunas candidatas, llamadas Mambisa y Abdala, para su uso potencial.
Cuba incrementó sus restricciones al coronavirus luego de las ‘fiestas irresponsables’ durante el Año Nuevo, con nuevas medidas de contención que incluyen la suspensión del transporte interprovincial, las actividades culturales y el uso de espacios públicos durante toda la noche, informa Reuters.
El país tuvo éxito en su respuesta a la pandemia, ya que las autoridades no dudaron en aplicar medidas estrictas para detener la propagación del virus. Los ciudadanos enfrentaron multas por usar máscaras faciales incorrectamente en público y se ordenó a decenas de miles de médicos que «revisaran activamente» todos los hogares de la isla para detectar casos de coronavirus.
Gail Reed, editora en jefe de la revista MEDICC Review, atribuyó el éxito de las medidas al enfoque del brote basado en la evidencia de Cuba.
Hablando con The Guardian, dijo:
Su verdadero éxito ha sido la aplicación de las medidas de salud pública más importantes que los médicos de todo el mundo saben que son eficaces. Y han tenido la voluntad política para hacerlo funcionar.
La decisión de probar la vacuna Sovereign 02 en Irán se produce después de que el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, calificara las vacunas producidas en Estados Unidos y Gran Bretaña como «completamente indignas de confianza». Tanto EE. UU. como el Reino Unido han aprobado y comenzado a administrar vacunas a los residentes.