Otro país de la región se incorpora a la ola de nuevas medidas y restricciones tomadas por los gobiernos a fines de prevenir el avance del COVID-19: debido al impacto de la cepa ómicron, Cuba volverá a exigir test PCR a los viajeros a partir del miércoles 5 de enero.
Así lo expresó el Ministerio de Salud cubano en un comunicado oficial: «Teniendo en cuenta el incremento que se ha producido de los viajes internacionales desde el 15 de noviembre, así como el alto poder de diseminación de esta nueva variante, que tiene la capacidad de duplicar el número de casos en apenas dos o tres días, se ha decidido modificar las medidas de control sanitario internacional en nuestro país y adoptar otras de carácter general, que serán efectivas a partir del 5 de enero«.
En efecto, desde la fecha anunciada será obligatorio para los viajeros internacionales presentar en el punto de entrada un esquema de vacunación completo y mostrar el resultado negativo de un test PCR, realizado como máximo 72 horas antes del viaje. Quedarán exceptuados de la medida que contempla la vacunación completa aquellos niños de hasta 12 años, de cualquier nacionalidad u origen, así como también los adultos que por causas médicas, y debidamente certificadas, «no puedan ser vacunados con ninguna de las vacunas aprobadas hasta hoy por las agencias reguladoras correspondientes«.
Asimismo, según ha trascendido, Cuba incrementará la vigilancia aleatoria a partir de la realización de test PCR en la frontera a viajeros procedentes de países de alto riesgo. Cabe destacar que el pasado 2 de enero se registraron unos 556 nuevos casos en el país insular y una tasa de pacientes confirmados en los últimos 14 días de 25,12 por cada cien mil habitantes, una incidencia que está muy alejada de las cotas registradas en septiembre cuando se superaban con creces los 900 casos de IA.