Cupido internacional: 20 historias de amor que surgieron durante un viaje

Editora / Travel Content Editor
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No importa si se trata de largas relaciones o encuentros fugaces, a muchos viajeros les sucede el flechazo hacia otra persona estando de vacaciones o fuera de su ciudad por trabajo. Hoy, 14 de febrero, en el día en que se conmemora San Valentín, quisimos conocer historias de amor que hayan surgido durante el descanso de alguno de sus protagonistas.

A fin de cuentas, existe un dicho que dice que el amor está a la vuelta de la esquina y, aunque no sepamos si realmente alguien se enamoró caminando un par de metros, al menos estas experiencias inspiran a caminar de a dos el mundo entero ????????????:

@travelersintranslation

Delfi y Joe son protagonistas no sólo de @travelersintranslation sino que también son los personajes de de una historia real de amor digna de película: se conocieron en Bocas del Toro (Panamá), lugar que Joe elegía para trabajar como instructor de surf y destino que Delfi eligió como revelación y búsqueda de realización personal.

Cada vez que nos preguntan cómo nos conocimos, la primera palabra que se nos viene a la cabeza es VIAJANDO. Joe estaba cumpliendo el sueño del pibe: vivía en las islas de Bocas del Toro, en Panamá, enseñando surf. Lo hacía 6 meses al año, y los otros 6, volvía a su “vida rutinaria” en California. Para él vivir viajando ya era parte de su vida, pero para mí era diferente, ese viaje en el 2013 marcó un antes y un después. Cumplí 25 años y decidí liberarme de muchas ataduras: los finales pendientes, la vida en la ciudad, el trabajo de profesora, y todas aquellas pretensiones en las que creía en aquel momento. En cambio, decidí vivir de otra manera: me fui a Bocas del Toro con una mochila a trabajar como voluntaria en una escuela rural durante 3 meses. Vivía con otros viajeros de todas partes del mundo en una isla sin calles, sin electricidad. Solo selva y mar, un paraíso!

A sólo una semana de haber llegado a la isla, Delfina y Joe se cruzaron y dicen que lo que pasó ‘es difícil de explicar, todo fluyó de una manera tan natural que simplemente nos dejamos llevar‘. Ambos reconocen tener una misma pasión: vivir viajando. Así fue como a los tres meses de conocerse, Joe le preguntó a Delfi “¿Querés viajar a México conmigo?“, y quizás fue el primer paso a todo lo que vino después: “Durante 3 meses recorrimos Costa RicaNicaraguaEl Salvador y Guatemala hasta llegar a un pequeño pueblo al sur de México, Zipolite, del cual nos enamoramos y decidimos quedarnos 1 mes«. Si quieres seguir de cerca los pasos de esta pareja por el mundo, síguelos en @travelersintranslation.

https://www.instagram.com/p/B4NPKn0AySh/

@vivalavidaenkombi

Magui y yo nacimos en provincia de Buenos Aires pero desde hace 10 años vivimos en San Martín de los Andes, provincia de Neuquén. Magui es Licenciada en Hotelería, trabajó en varios hoteles de Buenos Aires y la Patagonia. Sergio estudió Licenciatura en Turismo, fue secretario de Turismo de San Martín de los Andes y durante los últimos años trabajó en Parques Nacionales de Argentina, específicamente como responsable del Departamento de Uso Público del Parque Nacional Lanín. Nos conocimos trabajando en un hotel en San Martín de los Andes. Yo ya vivía allí y Magui llegaba para hacer un trabajo supuestamente de temporada. Nos conocimos y no nos separamos. Ya hace 10 años que estamos juntos.

Con los años llegó Viky, una niña de 10 años hija de ambos, y con ella un montón de planes para disfrutar en familia. Desde hace un año viajan por toda Sudamérica: «Siempre nos preguntan lo mismo. ¿Por qué eligieron viajar? Y siempre respondemos lo mismo. ¿Por qué no? ¿Por qué no ahora? Amamos viajar. Individualmente, y por razones laborales hemos podido recorrer bastantes lugares, pero lamentablemente nunca habíamos podido salir en familia. Así comenzó a gestarse la idea de iniciar un viaje que fuese mucho más que unas vacaciones de 15 días. Queríamos dejarle a Viky una experiencia de vida, pero sobre todo mostrarle que el mundo está repleto de gente buena, dispuesta a ayudar, a ser solidaria. Que no todo es malo como muestra la tele«.

@AndreaMDuran

Fue en agosto de 1987. En un mismo micro ubicaron juntos a varios colegios de la zona porque éramos grupos chicos. Llegamos a Bariloche sentados juntos… excursiones compartidas, boliches por las noches… y al volver nos seguimos viendo en La Plata (a mitad de distancia de nuestras casas). Empezó casi de casualidad, sin que haya estado en la imaginación de ninguno. A los cinco años nos casamos, con 22!!! Tenemos 2 hijos: varón de 25 y mujer de 20. No tengo mucho más para contar porque seguimos tan bien como al principio.

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¿Recuerdas su primera cita?

Podríamos decir que la primera salida fue ir a Cerebro. La compañía que nos llevó a Bariloche quebró y fuimos el último grupo en viajar. Como ya no nos reconocían la entrada decidimos ir por nuestra cuenta. Son épocas sin fotos digitales por lo que solo le saque una en el lago.

@evabutassi

Me propuse hacer un viaje work and Travel, yo era cajera en el centro de ski y él del departamento de Parque de saltos. Todas las mañanas él iba a tomar su desayuno y hablábamos un poquito…Hasta q tuve q volver a Argentina y él fue a conocer a mis padres…Hoy estamos casados.

Nuestra primera salida fue ir a conocer una cascada de la zona que se llama Kaaterskill Falls, en NY.. Él, Casey, me quería conocer un poco más asique me llevo a esta cascada, escalamos y pasamos la tarde juntos, hacía mucho frío y la cascada estaba toda congelada.. Esa fue nuestra primera foto y así comenzó todo.

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@Camilaheliana

Él de Mendoza, yo de Buenos Aires. Ambos de vacaciones en Río de Janeiro con nuestros amigos. Una noche fiesta en un barco y flechazo instántaneo. Un año viajando entre las provincias para vernos y ahora casi 1 año viviendo juntos en Bs As

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Puedo contar la primera vez que nos volvimos a ver después del viaje… citas tuvimos varias dentro de esas vacaciones. Fue para semana santa del 2018… yo que soñaba conocer Mendoza arreglamos todo y me fui para allá a verlo de nuevo. Fueron 5 días increíbles no solo por todo lo que paseamos e hicimos si no porque nos dimos cuenta de que no queríamos dejar de vernos nunca más.

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Otras historias que surgieron de un viaje y lograron superar la distancia:

  • @jacquie11: Conocí a mi marido en un viaje a Pinamar hace más de 30 años.
  • @aafhz: Sí. En Cusco, yo de Colombia y ella de Chile. Una relación a distancia de 2 años. Hoy vivimos juntos!
  • @caro.pasini: A mi novio actual lo conocí en el viaje de egresados a Cancún.
  • @luzaidadelatejera: conocí a mi esposo en Puerto Vallarta. Me sacó a bailar.
  • @priscila.ripamonti: Fue amor a primera vista (y eso que no creo eh). En Brasil con un chileno. Nos seguimos viendo.
  • @lanenatravels: Lo conocí viajando por Colombia, ahora me voy a hacer la Work and Holiday a Francia para estar juntos.

Una historia de amor fugaz

Según nos cuenta, la de @DianitaJVN fue historia de amor fugaz: «Todo comenzó un 31 de diciembre de 2018 aproximadamente a las 22:30 horas en el Butt Bridge ubicado en Dublín en vísperas del 2019… Viajaba sola y un francés se cruzó por mi camino, como de mago nuestras miradas se cruzaron, me preguntó mi número y en instantes me mandó mensaje. Regresó por mi al lugar donde nos vimos por primera vez y tras un beso apasionado celebramos la llegada del Año Nuevo en dicho Puente y ya no sola. Posterior nos vimos 3 o 4 días y fue padrísimo conocer Irlanda con él. Seis meses después (junio 2019) nos encontramos en París y fue genial explorarlo de la mano de un Francés, comer en restaurantes muy locales y llegar a los castillos de valle de Loira junto con él. Extrañamente el amor se nos acabó en Francia y pues seguimos en contacto pero el amor ya no siguió.

Pero la historia de Diana no fue la única experiencia de amor intensa y veloz:

  • @isa_arenas17: Nos conocimos en el aeropuerto e íbamos a Cartagena, un amor de verano muy bien disfrutado.
  • @titis.fitness: Es el amor de mi vida, lo conocí en unas vacaciones a USA, sigue en mi mente y yo en la de él.
  • @enzo_lna: Me pasó en Brasil. Fue algo muy fugaz pero ella se quería venir a vivir conmigo a Argentina.
  • @mariana.gisel: Cuando viaje a España, conocí a un australiano en mi vuelo, y después me vino a visitar a Mendoza.
  • @jennifermelgar_ En México compartimos 2 días. A los dos años nos reencontramos y pasamos juntos 7 meses.
  • @luchosanguinetti: Sí, una francesa en Australia. Salimos un mes y cada uno se tuvo que volver a su país.
  • @amarycarmen: En Italia… Me fui para olvidar a un ex y conocí a un alemán. Salimos durante toda nuestra estadía.
  • @fiomeneghello: Conocí a un brasilero en Portugal, nos enganchamos. Vino a Argentina, y yo fuí a Brasil, a verlo en Río de Janeiro. Duró un par de largos meses.
  • En Ecuador, en Isabella, una de las islas bellísimas. Duró lo que duró el viaje pero fue puro fuego.

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Rompiendo mitos: viajar no nos garantiza ser mejores personas o más felices; y acá está la explicación

La palabra “viaje” proviene del catalán viatge, que a su vez deriva del latín viaticum: ‘provisiones para el viaje’, ‘dinero para el viaje’. Ahora bien, los viajes tienen múltiples significados y usos en la literatura y la mitología, pero principalmente aparecen como la búsqueda de un polo espiritual o vital; como iniciación (de una nueva vida, por ejemplo) o como exilio o fuga. 

¿Qué es lo común a todas esas variantes?

Sacar el cuerpo de cierto contexto familiar o habitual para ponerlo en otra parte. Y ya sea que ese cuerpo retorne o no, al parecer no será el mismo, pues tendrá efectos que repercuten en la subjetividad. No obstante, se podría decir que hay viajes sin viajar (desde esos viajes “mentales” que pueden dispararse por meditación, terapia, reiki, baile, etc., hasta aquellos que son producidos por una sentida charla con alguien o al escuchar determinada música, por ejemplo)  que producen efectos en la subjetividad, marcando un antes y un después.

Es decir, viajar no garantiza ninguna “revelación espiritual” en sí mismo, ni nos hace mejores personas o más felices. Pero tampoco desmiente la posibilidad de que alguien encuentre en el hecho de viajar, la realización de su deseo. Lo que se intenta subrayar es que no hay que consumir los bienes-deseos que se nos imponen desde cierta lógica de mercado: “VIAJE YA!,/ VIAJE MÁS!”, ni tampoco importar deseos impuestos /mostrados por determinados sectores que no casualmente suelen tener más facilidades al momento de disponer los viaticum para viajarno sólo dinero, sino también cierto Saber, cierto acceso a la tecnología, cierta visa y cierta documentación, etc. 

Viaja quien puede. Y bajo el slogan de que aún sin dinero “el que quiere, puede”, se obtura e invisiviliza que no será  lo mismo emprender un viaje – o hacer un intercambio, o hacer dedo en la ruta- para una mujer, para un neozelandés, para un joven rubicundo, o para un adulto mayor. Continuar leyendo…

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