¿Qué tienen en común Ibiza y Villa Gesell? Bastante más de lo que podríamos creer si se trata de dos ciudades que se encuentran a más de 10,234 kilómetros de distancia. En menos de 24 horas, ambas ciudades han manifestado su disconformidad ante la fama o reputación con la que se han visto protagonistas del escenario turístico.
Por empezar, Ibiza se ha convertido y con el paso de los años ha logrado consolidarse como el destino turístico con el mejor ocio nocturno del mundo. Esta isla, que conforma el archipiélago de las islas Baleares en España, ha recibido las premiaciones más importantes por sus locales nocturnos en materia de seguridad, acústica y calidad de servicio. De hecho, es Ibiza quien acumula más distinciones internacionales en ocio nocturno del mundo.
Y así como ciudades como París o Venecia suelen identificarse como destinos para el amor, Ibiza ha sabido aludir de manera directa sobre el imaginario social en tanto lugar por excelencia para el bautizado ‘turismo de borrachera’: las fiestas, el placer y el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias a la orden del día.
Pero así como estas prácticas lideradas por la generación de jóvenes son incluidas como ‘turismo de borrachera’, también se suele hacer referencia al término ‘turismo de excesos‘: la falta de regulación y una actitud de libre albedrío por parte de quienes participan de la noche llevan a construir una consecuente cara de la vida nocturna. El descontrol, y con él innumerables actitudes que muchas veeces ponen en peligro no sólo la integridad del lugar, sino también de las personas residentes y visitantes temporarios.
De hecho, hace algunas semanas, la BBC, la cadena informativa más importante de Reino Unido, emitió un informe audiovisual en el que dejaba entrever cómo el ‘turismo de borrachera’ destruye Ibiza. El documental fue titulado como ‘Are we killing a paradise island?‘ (“¿Estamos matando una isla?“).
Mediante el actual registro audiovisual, revelaba los daños ocasionados a partir del masivo éxodo turístico que recibe continuamente Ibiza. Entre los ejes a tener en cuenta para la producción de este documental, se incluyeron cuestiones alusivas a la contaminación producida, la destrucción del medio ambiente y, en consecuencia, la importancia de conservar la Posidonia, una planta acuática, endémica del Mediterráneo.
Esto no es todo, Ibiza es el segundo destino del mundo con más presión turística. Entre los datos oficiales que se denuncian en el documental también se destaca la información alusiva a que durante la temporada de verano, por cada residente local del lugar, se puede encontrar a 25 turistas. Y en ello mucho influye el desarrollo de eventos que han convertido a Ibiza en un verdadero protagonista de la fiesta.
En efecto, ayer compartíamos la nueva noticia de que se aprobaba de manera oficial un decreto ley para poner un freno al turismo de borrachera y el balconing en zonas de Mallorca e Ibiza.
Luego de años de incomodidad ante el rumbo que ha tomado el destino, el Govern de las Islas Baleares ha decidido tomar cartas en el asunto para ocuparse del tema. Y así fue como presentaron un decreto ley ante el Parlament balear, a fines de aprobar una medida que determina el fin del turismo de excesos en determinadas zonas de las Islas Baleares. En efecto, la reglamentación comprenderá la prohibición de prácticas como el ‘balconing’ y actividades como el turismo de borrachera.
Yendo a lo concreto, a partir de esta norma, se prohibirá la publicidad referida al consumo de alcohol y las barras libres, las excursiones etílicas (el llamado pubcrawling), las happy hours, los “2×1” ó “3×1”, los autodispensadores de alcohol de los hoteles, así como la venta de bebidas alcohólicas en tiendas entre las 21:30 y las 8:00 horas.
Según han indicado, este decreto ley contará con una vigencia de cinco años y a los tres será revisado para mantenerlo o modificarlo.
En cuanto al fin del turismo de excesos, comenzará a regir en cuatro zonas turísticas de Mallorca e Ibiza: Magaluf en Calviá, Playa de Palma y S’Arenal en Llucmajor, y Sant Antoni de Pormany en Ibiza). Respecto al ‘balconing’, esta práctica quedará prohibida en todos los hoteles del archipiélago. En efecto, de lo contrario podrán ser expulsados de manera inmediata del establecimiento, debiendo afrontar multas de entre 6.000 y 60.000 euros.
El ‘balconing’ es concebido como la práctica que comprende saltar entre los balcones de un hotel o de lugares altos hacia una piscina. Los protagonistas de esta ‘moda’ o tendencia son en su mayoría jóvenes turistas que se encuentran de veraneo en España, especialmente en la zona de las Islas Baleares.
Se trata de algo que ha generado más de un dolor de cabeza no sólo al personal profesional de la salud en la zona que se ha visto recurriendo al auxilio en casos de graves accidentes como consecuencia de esto, sino también a los responsables de alojamientos turísticos que se han visto sobrepasados en cuanto a cómo manejar la conducta un tanto inapropiada de sus huéspedes.
Según ha asegurado el vicepresidente de la Asociación Hotelera de la Playa de Palma, José Antonio Fernández de Alarcón, con este decreto ley el objetivo que se han propuesto, tanto de los hoteleros como de asociaciones vecinales, es “sustituir el tipo de turista”.
Eso. Sustituir al público turista que se siente atraído por visitar el destino. Virar, cambiar de rumbo, posicionarse y/o poner el foco en otro lugar. Como mencionábamos al inicio de esta nota, ese es también el estado de disconformidad que mantiene en vilo a la ciudad de Villa Gesell, al otro lado del «charco» y a más de 10.000 kilómetros de Ibiza.
Si fuera por poner un paralelismo, podríamos considerar que actualmente la ciudad de Villa Gesell, también llamada como Gesell y perteneciente a las playas que dan forma al gran recorrido de la costa atlántica, es la ‘Ibiza argentina‘.
Inicialmente, era considerada como una de las playas más ‘tranquilas’ de las que conforman al partido de la Costa. Así como sus ciudades vecinas Mar del Plata o Pinamar se atribuían la mejor movida de playa, tiendas y noche, Villa Gesell, al igual que otras tantas playas más austeras, era sinónimo de descanso y elegida en gran parte por las familias debido a la inferioridad en los costos para veranear.
Sin embargo, durante los últimos años y a priori de la presencia cada vez más notoria de bares y discotecas que agitaron la vida nocturna, se ha posicionado como un destino de playa elegido por los más jóvenes que van en busca de sus primeras vacaciones con amigos.
Es decir, pasó de ser un territorio plagado por sombrillas y la presencia de castillitos de arena o jueguitos de playa como el tejo a verse lleno de heladeritas cargadas de bebidas alcohólicas y jóvenes que, hipnotizados por las vacaciones entre pares, llegan en busca de una vida sin padres.
Y, como si se tratara de una fórmula digna de los componentes necesarios, desafortunadamente en Villa Gesell se repite el mismo escenario que tiene lugar en Ibiza. Aunque en la localidad argentina parece tener mucho más peso la presencia de un factor que resulta detonante: la violencia.
Dan cuenta de ello noticias de escándalos entre jóvenes. Denuncias de abuso sexual dentro de boliches, denuncias de violación, enfrentamientos entre chicos que vaya uno a saber por qué razón dentro de una discoteca toman magnitudes insólitas. Que ‘qué me mirás’, que ‘por qué me pasaste con el codo’. Y así, infinito.
De hecho, en el inicio de este 2020 se dio lugar a una situación verdaderamente dramática. Dramática no sólo para la ciudad de Villa Gesell que fue escenario donde ocurrió, sino que también despertó el alerta y el repudio en todo Argentina: a la salida de uno de los boliches más famosos y reconocidos de la zona, un grupo de personas enfrentaron a un joven a golpes, provocándole la muerte.
Se trata del crimen de Fernando Báez Sosa, un chico que se encontraba de vacaciones en Villa Gesell y que fue sorprendido por la insistencia de una ‘patota’ de 10 chicos -algunos de ellos jugadores de rugby-, quienes protagonizaron uno de los hechos de violencia más impactantes de los últimos años. Y otra vez entra en tela de juicio el consumo de alcohol y estupefacientes de los jóvenes que parecen tener la tentación al alcance de la mano.
En efecto, la Justicia tomó cartas en el asunto, actuando de manera inmediata, demorando a los acusados, realizando las pericias e investigaciones pertinentes. Actualmente, los responsables de haber asesinado al joven se encuentran detenidos, y esperarán la sentencia final que deparará cuál será su destino. Aunque, ante declaraciones agravantes y la intención con la que actuaron al momento de enfrentar a Fernando, se habla de una condena perpetua.
Ante la paranoia ocasionada en la ciudad para con el resto de los jóvenes que se encuentran veraneando -y ni hablar para quienes residen- el Intendente de Villa Gesell ha manifestado querer poner fin a la ciudad balnearia como atractivo para los jóvenes y las fiestas en exceso.
En consecuencia, las autoridades y vecinos se han mostrado preocupados y exigen cualquier tipo de medida que permita corregir los desmanes, entre ellas el cierre de los locales y discotecas bailables que puedan ser promotores de este tipo de actividades nocturnas y conductas inapropiadas.
Y no es para menos si se considera que el auge del escándalo que lo ha puesto en el centro de la agenda mediática ocurrió en pleno inicio de la temporada de verano. Sin dudas, un momento clave para el turismo en Villa Gesell y, en consecuencia, para balnearios, complejos de alojamiento, restaurantes y discotecas, tiendas comerciales, entre otros.
“Tenemos que analizar qué clase de turistas queremos”, dijo Gustavo Barerra, intendente de Villa Gesell.
A modo de conclusión, ambas ciudades parecen tener más en común de lo que se cree. Y proponen hacer de la prohibición una bandera para frenar los excesos que resultan algo inmanejable para continuar con el turismo.
Aún así, hay posturas encontradas con el tema, voces a favor y opiniones en contra, ya que también se considera que muchas veces si bien la prohibición es una salida fácil e inmediata para controlar situaciones, no suelen representar la solución para erradicar la problemática:
Batalla campal y guerra de botellas en una playa de Argentina
Ver las imágenes una y otra vez y no encontrar respuesta a este comportamiento de adolescentes que por momento pareciera lo hacen para divertirse (por la cara de alguno de ellos), sin medir por un segundo las consecuencias de la locura de la que son parte.
Esto sucede en Villa Gessell, ciudad balnearia de la costa Argentina. Increíblemente hace sólo 2 días, en este sitio, un jóven fue asesinado a golpes de por un grupo de rugbiers, pero pareciera que la violencia y el descontrol juvenil no cesan.
En una de las filmaciones se advierte una guerra de botellazos en la playa que de milagro no terminó en tragedia.
“Esto pasó hace una semana en Gesell, justo frente al parador Pleno Sol. Estaba disfrutando de la playa con unos amigos hasta que arrancó este incidente”, contó a diario La Noticia Lucas Vinielles, el turista que grabó el video y lo publicó en Twitter. “A un amigo le pegaron con una botella en la espalda y a otra chica con una lata en la cabeza”, relató el joven. Continuar leyendo…
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