La gastronomía es un lenguaje que comunica placer y tradición, pero en ocasiones, nos sorprende revelando secretos sobre la verdadera procedencia de platos que creíamos conocer a la perfección. Descubrimos algunas verdades poco conocidas detrás de algunos de los manjares más populares del mundo.
El Croissant – ¿Francia o Austria?
Cuando se trata de croissants, solemos asociarlos inmediatamente con las elegantes calles de París. Sin embargo, este delicioso hojaldre de mantequilla tiene sus raíces en Austria. Inspirado por los «kipferl» austriacos del siglo XIII, el croissant francés emergió más tarde, en el siglo XIX, convirtiéndose en un símbolo emblemático de la repostería francesa en todo el mundo.

Galletas María – ¿España o Inglaterra?
Las Galletas María, ligadas a España por su nombre, tienen un origen más complejo de lo que parece. Aunque se popularizaron en suelo español bajo el nombre de María Cristina de Borbón, esposa de Fernando VII, su historia se remonta a Inglaterra. Basadas originalmente en las galletas de té inglesas «Marie Biscuits«, llegaron a España a través de la influencia británica y se integraron rápidamente en la cocina española y latinoamericana.

La Pasta – ¿Italia o China?
Si bien la pasta es un pilar de la gastronomía italiana, sus raíces son mucho más diversas y antiguas. Su origen se remonta a la antigua China, donde se preparaban fideos con harina de trigo o arroz. Estos fideos, considerados precursores de la pasta moderna, se cocinaban de diversas maneras. No fue hasta el siglo XIII que la pasta se convirtió en un elemento esencial de la dieta italiana.

Estos ejemplos desmitifican la idea de que la gastronomía es exclusiva de un lugar. Es un viaje a través del tiempo y la geografía, influenciado por migraciones y tradiciones culturales. Cada bocado nos recuerda la riqueza y diversidad de la cocina global. Más allá de sus orígenes, la comida nos une en una experiencia única y deliciosa, sin importar de dónde provenga