El volcán El Altar es una de las cadenas volcánicas más hermosas del Ecuador, a diferencia de los otros nevados del país, su acceso es complejo y es considerada como la montaña ecuatoriana de mayor dificultad (técnica y física) para conquistar su cumbre máxima.
Los incas lo llamaron “Capac Urcu” que significa “El Señor de las Montañas”. Recibe este nombre por las formas que tienen sus picos, semejando el altar de una iglesia colonial. Sus picos son: Canónigo, Frailes, Tabernáculo, Monja Chica, Monja Grande, Obispo y el Acólito.
La laguna Mandur
La laguna Mandur, ubicada en el Parque Nacional Sangay en la provincia de Chimborazo, se forma a partir de los deshielos del volcán El Altar y está localizada al sur del nevado. Su altitud es de 4.450 metros sobre el nivel del mar. Tiene un color azul oscuro debido a su profundidad y al color de las rocas.
Nuestra travesía
En conjunto con el club de senderismo “Ecuador y sus Paisajes”, decidimos recorrer el sendero que inicia en la Bocatoma de la Central Hidroeléctrica de Río Blanco, en la parroquia Quimiag de la ciudad de Riobamba, con dirección a las Puertas del Sol. Para llegar a la Bocatoma, es necesario realizar un recorrido de al menos dos horas en vehículo desde Riobamba.
Junto a un grupo conformado por 54 excursionistas de distintas ciudades del Ecuador partimos un sábado por la mañana, atravesando los bosques de árboles de papel y esquivando en lo posible el abundante lodo, muy común en época lluviosa.
Provistos de botas para caminar en fango, carpas de alta montaña, bolsas de dormir, alimentos, bebidas hidratantes y botiquín de primeros auxilios, rodeamos el impresionante valle de Mandur. El río que atraviesa el valle se forma desde la laguna Mandur.
Luego de dos horas de caminata por el sendero de aproximadamente 10 kilómetros, una pertinaz y fuerte lluvia nos sorprendió. El mal clima no impidió continuar cuatro horas más hasta llegar a las Puertas del Sol y montar el campamento a aproximadamente 4.100 m.s.n.m. La constante lluvia pronosticó una larga velada, las bajas temperaturas se ubicaron entre menos cuatro y cero grados centígrados.
El agua lluvia estaba congelada en nuestras carpas. Al siguiente día y muy temprano, partimos con dirección al campamento italiano. Nos faltaban recorrer dos horas a través de la arista que inicia en las Puertas del Sol. A los pocos minutos de empezar el recorrido final una ligera nevada empezó a cubrir el camino, mientras admirábamos la primera laguna del sector.
A pesar del frío de la mañana, los excursionistas recorrimos el largo sendero rocoso. El fuerte viento golpeaba nuestros rostros e intentaba doblegarnos. A los lejos admirábamos la laguna Azul.
A pocos minutos del campamento italiano ubicado a 4.400 m.s.n.m., una capa gruesa de nieve cubría toda la zona, nuestras botas se hundían fácilmente en la nieve. Solo 15 minutos más bastaron para admirar la Laguna Mandur, rodeada de un manto blanco.
Pasado el mediodía empezó el descenso a la Bocatoma. Algunos excursionistas decidimos evitar el camino lodoso, cruzando los altos pajonales de la zona hasta llegar al río y enrumbarnos con dirección al camino principal. Cuatro horas y media tardamos en terminar el descenso. Nuestro transporte nos llevaría a Riobamba, ciudad en la que nuestra aventura terminó.
