Todos los 1° de agosto, pueblos y comunidades aborígenes de América Latina celebran el Día de la Pachamama rindiendo culto, como su nombre indica, a la gran Pachamama.
Según la creencia de comunidades quechuas originarias de localidades peruanas, bolivianas y del nordeste argentino, la Pachamama es la deidad que representa a la Madre Tierra. Estudiando la composición de este nombre, los nativos aseguran que el término Pacha representa universo, mundo, tiempo, lugar; y en el caso de Mama, su significado refiere a madre.
Por lo tanto, su celebración ya indica una tradición muy arraigada en los pueblos andinos. Por ejemplo, en el caso de la provincia de Jujuy, al noroeste de Argentina, por disposición de la Ley Nacional N° 26.891, la ciudad fue declarada «Capital Nacional de la Pachamama«. Y representa una festividad tan importante para los locales que en Jujuy oficializaron un asueto provincial administrativo y escolar en todos sus niveles.
La Pachamama, entonces, protege a las personas y las «acompaña» a vivir como resultado de todo lo que ofrece: agua, aire, sustento. Las personas, en efecto, deben administrar los recursos de la Pachamama y rendirle tributo como agradecimiento:
Alimentar la tierra que nos alimenta
El ritual imprescindible en todos los pueblos originarios andinos indica preparar una olla de barro y enterrarla en algún rincón cercano a un hogar. Alrededor, se disponen ofrendas que representan los frutos de la tierra. Por lo que el rito indica también un gesto de agradecimiento: devolver a la tierra todo lo que brinda a diario para la producción regional. El objetivo de esta actividad dispone pedir a la Pachamama, entre otras cosas, la maduración de los frutos, que se multiplique el ganado y que los viajeros cuenten con amparo divino.
Tomar caña con ruda
El ritual establece que, cada vez que el almanaque indique 1° de agosto, quienes quieran homenajear y celebrar el Día de la Pachamama pueden preparar caña con ruda para tomar en ayunas.
¿La razón? Hay integrantes de las comunidades ancestrales que han proliferado el mensaje de que beber caña con ruda es un gran aliado para prolongar la vida, ahuyentar la mala suerte y los malos augurios, fomentando así la alegría y espontaneidad en las personas. A su vez, las hojas de ruda han servido como ingredientes naturales de la medicina ya que su ingesta contiene efectos positivos para el organismo como en el aparato digestivo y circulatorio.