En un movimiento sin precedentes en el Reino Unido, el Gobierno de Edimburgo ha aprobado la implementación de un impuesto turístico para extranjeros, que entrará en vigor a mediados de 2026. La medida busca afrontar los crecientes desafíos que el turismo impone sobre los recursos de la ciudad y promover un desarrollo planificado y sostenible.
El nuevo cargo será del 5% del costo del alojamiento por noche y se aplicará a turistas que se alojen en hoteles, hostales, pensiones, departamentos de autoservicio y casas de huéspedes. Este impuesto estará limitado a un máximo de cinco noches consecutivas, y los encargados de su recaudación serán los propios proveedores de alojamiento.
Jane Meagher, presidenta del Consejo de la Ciudad de Edimburgo, explicó que el turismo, aunque vital para la economía local, “pone presión sobre los recursos de la ciudad”, y este nuevo sistema de recaudación ayudará a mantener la infraestructura y servicios necesarios para recibir a millones de visitantes de forma responsable.
Durante 2023, la capital escocesa fue visitada por casi 5 millones de personas, generando un impacto económico de 2.200 millones de libras (alrededor de 2.700 millones de dólares). Con esta decisión, Edimburgo se suma a una creciente lista de ciudades europeas que ya aplican impuestos turísticos, como Ámsterdam, Barcelona y Roma, en un intento por equilibrar el atractivo del turismo con la necesidad de proteger la calidad de vida local.
