El turismo de masas está empezando a convertirse en un problema para este amado lugar de vacaciones en Italia.
La isla italiana de Capri ha sido durante mucho tiempo una escapada para todos, desde emperadores romanos hasta estrellas de Hollywood, pero la localidad está luchando para lidiar con la cantidad de turistas que la visitan cada año, dijo el alcalde de la isla a The Telegraph.
Un total de 2 millones de turistas visitan la isla durante el año, según el alcalde Giovanni De Martino, la mayoría de estos visitantes vienen para viajes de día desde lugares como Nápoles o Sorrento, o como una parada en un crucero o paquete turístico.
Esta oleada de visitantes está empezando a causar hacinamiento en toda la isla, por lo que es cada vez más difícil moverse y experimentar su belleza.
«Existe el riesgo de que Capri explote – no se puede meter un litro y medio de agua en una botella de un litro», dijo De Martino a The Telegraph. «Damos la bienvenida a los turistas, pero 2 millones al año es un poco demasiado”.
Mientras que los transbordadores e hidroplanos deben esperar al menos 10 minutos antes de dejar que los pasajeros salgan entre cada embarcación para evitar el hacinamiento, a menudo pasan por alto estas leyes, dejando a un gran número de visitantes en las horas más concurridas, como por la mañana.
En algunas ocasiones, han dejado salir hasta 800 turistas en sólo ocho minutos, agregó, lo que está causando más tiempo de espera para todos cuando se trata de conseguir autobuses, taxis y acceso al funicular para viajar por la isla.
«Las llegadas de los barcos están demasiado concentradas y eso crea tensión y molestia tanto para los lugareños como para los turistas», dijo De Martino. «Hemos pedido a las compañías de transbordadores que difundan más sus llegadas; Hasta ahora, no han hecho nada para tener en cuenta nuestras preocupaciones o mejorar la situación».
Es por eso que De Martino está actualmente en comunicación con los funcionarios regionales en Nápoles y los alcaldes de Cinque Terre y Venecia, los destinos italianos que también se enfrentan a problemas de hacinamiento del turismo, para discutir cómo abordar mejor el creciente número.
Una de las propuestas para solucionar este problema es animar a los turistas a pasar al menos una noche en la isla, en lugar de simplemente detenerse para una excursión de un día, para darles la oportunidad de pasear por otras partes de la isla en lugar de permanecer en la zona principal de la ciudad de Capri.
«No queremos limitar las llegadas y estamos muy reacios a hablar de un número fijo de personas que se les permite visitar la isla cada día, pero queremos que la gente vaya a un ritmo menos frenético», dijo De Martino.
