Cuántos de nosotros hemos hecho planes para viajar con amigos, familia, pareja, etc, pero luego a “la hora del té” resulta que la única persona que va a viajar es uno solo.
Desde entonces me preguntaba qué necesidad tenemos las personas para encajar en una sociedad donde pensamos que se necesita siempre estar acompañados por los demás para cualquier tipo de actividad y desde entonces he aprendido que para disfrutar de los pequeños momentos en la vida no se necesita estar siempre acompañado y que para ser buena compañía para los demás debes ser buena compañía para ti mismo.
Disfrutar de los momentos en que estás solo haciendo cualquier cosa, y la verdad es que me he vuelto más independiente y disfruto de mis momentos cuando estoy solo, llevo un buen tiempo viajando en solitario y créanme que mis mejores experiencias han sido cuando salgo al mundo disfrutando de mi propia compañía.
Mi última experiencia fue el pasado invierno planeaba conocer Europa central y como en la mayoría de mis planes no encontraba gente que se acople, entonces me embarqué solo, el plan era recorrer 5 ciudades, Viena, Budapest, Bratislava, Praga y Munich, disponía de 15 días, tiempo suficiente para tal empresa y mi primera parada fue Viena país de compositores clásicos, emperadores y del famoso Schnitzel.
Siempre en mis viajes busco la manera más conveniente para viajar, hospedarme y conocer gente, en este caso me iba a quedar con Angelika una amiga que me ofreció hospedaje por medio de Couchsurfing.
Mi vuelo llegaba en Noche Buena y después de un retraso de 8 horas en el aeropuerto de Alicante, llegaba cerca de media noche a su casa, ella tenía pensado preparar una cena típica vienesa para los dos. Al llegar con ella, pude conocerla en persona compartir una cena típica deliciosa del país y conocer más sobre su vida y ella de la mía.
De inmediato conectamos al tener las mismas fascinaciones, viajar, conocer diferentes culturas, vivir nuevas experiencias, incluso me agrado saber que el viajar a Sudamérica y conocer Ecuador era uno de sus próximos objetivos así que me ofrecí a devolverle el favor cuando ella viaje por esas latitudes.
Durante el vuelo coincidí con una chica también ecuatoriana que viajaba con dos chicas mexicanas y fuimos juntos hasta el centro de la ciudad, pues habíamos quedado en vernos esa tarde. Salimos a dar una vuelta por la ciudad y ya en la noche decidimos ir a un pub local y pasamos un buen momento no sin antes compartir redes sociales, despedirnos como buenos amigos y esperar que nuestro próximo encuentro sea en cualquier otro lugar del planeta.
Han pasado tres días y me dispongo a salir para Budapest, en un principio dudaba en añadir esta ciudad a mi travesía, pero ahora se que sin duda esta ciudad es de lo mejor que encontré en este viaje, arquitectura, vida nocturna, muchas cosas que hacer y lugares por conocer me esperaban en una ciudad que lo tiene todo.
Budapest es un lugar impresionante, donde vuelvas la mirada encontrarás lugares fascinantes e interesantes.
Luego del tour obligatorio por la ciudad, en el hostel conocí a Hadar un chico israelí que viaja ligero de equipaje al igual que yo, quedamos en conocer los famosos baños termales de Szechenyi y salir en la noche con dos amigas que conoció el día anterior.
Mi estadía se ha alargado un día más y quien sufre este cambio de itinerario de última hora es Bratislava solo llegaré y haré una parada técnica para comer, la tendré pendiente para mi próximo viaje.
El reloj marca las 17:00 pero es invierno, ya es de noche y empieza a nevar en Praga, en mi cartera encuentro tickets de museos, city tours, antros, recibos, dólares, euros, florines y ahora tengo cambiar algo de efectivo a coronas checas, esto puede estresar a cualquiera.
Apenas tengo tiempo de tomar una ducha y salir, por medio de una app para conocer gente he coincidido con Emma, neozelandesa radicada en California, es su segundo viaje en Praga y desea mostrarme la ciudad. Recorremos el centro y después de deambular por varios bares con una cata de cervezas improvisada terminamos en un bar con música en vivo en el centro histórico.
He conocido la ciudad y sus rincones más pintorescos. Tomo el autobús que me llevara hasta Munich, mi siguiente parada, allí me espera Anna una amiga rusa que conocí cuando vivía en Grecia, se ha ofrecido a alojarme y pasar año nuevo conmigo y sus amigos.
Me enseña la ciudad, la catedral y plaza principal que me recuerdan a la de Bruselas, su reloj que se asemeja a un gran reloj cucú gigante, me deja impresionado.
Antes de terminar mi viaje quiero ir a conocer la famosa selva negra alemana y el castillo de Neuschwanstein, sí, el mismo en el cual se inspiró Walt Disney para crear los castillos de sus parque temáticos.
En este viaje muchos han sido los momentos en los cuales me he quedado sin aliento contemplando los diferentes lugares que he recorrido, pero ninguno como este, el castillo es simplemente colosal, y guardo aquella postal en mi álbum mental de lugares a los que definitivamente tengo que volver.
En un resumen final de mi viaje, el presupuesto empleado casi dobla lo inicialmente planeado, a pesar de cambios de itinerario, vuelos retrasados, horas de viaje incluso la mala experiencia en Praga, este viaje ha sido más que estupendo y provechoso.
A pesar de que en estas épocas extraño mucho a mi familia y amigos trato de sacarle el mayor provecho posible. Lo importante siempre será disfrutar de tu compañía, disfrutar de tu soledad, para luego disfrutar de la compañía de los demás.
Al fin y al cabo de eso se trata la vida, de vivir las experiencias que queremos recordar.