¿Te imaginas que los sueños que alguien dibujó hace más de 20 años empiecen a condicionar decisiones reales en pleno 2025? Eso es exactamente lo que está ocurriendo en Japón, donde miles de turistas han cancelado o pospuesto sus viajes tras la viralización de un antiguo manga que asegura que este año ocurrirá una catástrofe de proporciones devastadoras.
La obra en cuestión se titula Watashi ga Mita Mirai (El futuro que vi), un manga publicado en 1999 por la artista japonesa Ryo Tatsuki. El libro está basado en una serie de sueños premonitorios que, según la autora, tuvo a lo largo de su vida y decidió plasmar en viñetas. Durante años pasó prácticamente desapercibido, hasta que un inquietante detalle lo devolvió al centro de la escena.

El manga ganó notoriedad internacional luego de que lectores advirtieran que una de sus historias hacía referencia a una gran devastación en marzo de 2011, una fecha que coincidió con el terremoto y tsunami que golpearon Japón y derivaron en el desastre nuclear de Fukushima, uno de los más graves de la historia moderna. Aquella coincidencia fue suficiente para que muchos comenzaran a ver la obra como algo más que ficción.
Ahora, más de una década después, Watashi ga Mita Mirai vuelve a generar temor. En sus páginas, Tatsuki menciona un nuevo evento catastrófico que, según los fanáticos y lectores, estaría fechado el 5 de julio de 2025. La supuesta premonición habla de un terremoto de gran magnitud, acompañado de una destrucción masiva, lo que encendió las alarmas en redes sociales y foros de todo el mundo.
El impacto ya se siente fuera del plano digital. Agencias de turismo y aerolíneas confirmaron una caída significativa en las reservas de vuelos y alojamientos hacia Japón, especialmente para los primeros días de julio. Muchos viajeros, influenciados por la viralización del manga en TikTok, X e Instagram, prefieren postergar o cancelar sus planes antes que exponerse a un riesgo que, aunque no tenga respaldo científico, despierta miedo.
Ante la creciente preocupación, las autoridades japonesas salieron a llevar calma. Expertos en sismología y organismos oficiales reiteraron que no existe ningún método científico capaz de predecir terremotos con fecha y hora exacta. Si bien Japón es uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo y cuenta con avanzados sistemas de alerta temprana, los especialistas insisten en que las profecías y los sueños no constituyen evidencia válida.

Aun así, el fenómeno revela algo más profundo: el poder de las historias y la memoria colectiva. En un país marcado por terremotos históricos y desastres naturales, el recuerdo de 2011 sigue muy presente. La coincidencia entre aquel evento real y el manga de Tatsuki fue suficiente para que, años después, una nueva “predicción” genere temor global y consecuencias económicas reales.
Mientras se acerca la fecha señalada, Japón continúa con su vida cotidiana y sus protocolos habituales de prevención sísmica. Pero el caso deja una pregunta inquietante flotando en el aire: ¿hasta qué punto una obra de ficción puede influir en la realidad, cuando el miedo empieza a viajar más rápido que los hechos?




