En el corazón selvático de Misiones existe un rincón escondido que sorprende a todo aquel que lo visita. Se trata de El Soberbio, un pintoresco pueblo de apenas 25.000 habitantes que guarda uno de los secretos naturales más impactantes de Argentina: los Saltos del Moconá, el salto longitudinal más largo del mundo, con una extensión de tres kilómetros de pura fuerza y belleza.
Aunque las Cataratas del Iguazú suelen acaparar la atención turística en el norte del país, El Soberbio ofrece una experiencia distinta, más íntima y aventurera. Ubicado al este de la provincia, sobre la frontera natural que marca el río Uruguay con Brasil, y a poco más de 200 kilómetros de Posadas, este destino combina la magia de la selva con un atractivo único que pocos conocen.
El mayor encanto de El Soberbio es precisamente su entorno: selva espesa, sonidos de fauna autóctona y una pared de agua que rompe con cualquier expectativa. Pero además de contemplar el paisaje, este destino invita a vivir la naturaleza de cerca. Entre las actividades más elegidas están el kayak sobre el río, el rafting en aguas desafiantes, el trekking por senderos selváticos y las estadías en campings naturales, ideales para quienes buscan desconectar del ruido urbano.
Los Saltos del Moconá, también conocidos como “el río que se cae”, son tan únicos que no existe otro fenómeno similar en el mundo. Mientras que la mayoría de las cascadas caen de manera perpendicular, aquí el agua se desploma de forma longitudinal, creando un espectáculo tan raro como hipnótico.
Lejos de las multitudes y de los circuitos turísticos más tradicionales, El Soberbio se posiciona como un destino secreto que merece estar en la lista de escapadas imperdibles en Argentina. Un pueblo que combina aventura, naturaleza y misticismo en un mismo escenario.

