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Raquel Rodrigo, una artista y diseñadora española, le está dando un poco de vida a las calles, agregando hermosas flores hechas con punto de cruz. Si, punto de cruz! El de la aguja y el hilo, con el que cosen las abuelitas (y las que no lo son también).
La artista nacida en Valencia hace sus piezas envolviendo rollos gruesos de cuerda alrededor de mallas de alambre. Ella prepara todo de antemano y luego los desenrolla en el lugar elegido para ponerle un poco de color y creatividad al lugar.
Por lo general el punto de cruz lo solemos ver en cosas dentro de las casas, así que sin dudas verlo en las paredes de la ciudad llama la atención. Una nueva forma de arte urbano que llegó para revolucionar las calles españolas.