El valor cultural de la música reggae de Jamaica se reconoció formalmente hoy (29 de noviembre) cuando la UNESCO la incluyó en su lista de «patrimonio cultural intangible».
La Unesco explica que «en su estado embrionario, la música reggae era la voz de los marginados». Desde entonces, el reggae se ha convertido en una amalgama de estilos musicales interpretados por «una amplia muestra de la sociedad», pero su poder perdurable como música de la gente es una de las razones clave por las que es un tesoro cultural.
«Su contribución al discurso internacional sobre temas de injusticia, resistencia, amor y humanidad subraya que la dinámica del elemento es a la vez cerebral, sociopolítica, sensual y espiritual. Las funciones sociales básicas de la música, como vehículo para el comentario social, una práctica catártica y un medio para alabar a Dios, no han cambiado, y la música continúa actuando como una voz para todos», sostiene la Unesco.
Otros aspectos centrales de la música reggae incluyen la celebración de Jah (o dios), ganja (o marihuana) y Ras Tafari, la identidad deificada del antiguo emperador etíope Haile Selassie. La inclusión en la lista de la Unesco es en gran medida simbólica, aunque el organismo de las Naciones Unidas proporciona recursos para salvaguardar la preservación del patrimonio cultural y promover su valor.
El hijo de Bob Marley convirtió una prisión en algo increíble
Damian Marley, de 38 años, es artista de reggae, emprendedor y activista. En el más famoso y ambicioso de sus proyectos demostró ser mucho más que el hijo más joven de Bob Marley.
¿De qué se trata? Junto con la firma Ocean Grown Extracts, compró una prisión abandonada (Prisión del Estado de California, Estados Unidos) para transformar un terreno de más de 20.000 m2 en una granja destinada al cultivo de cannabis. El principal objetivo es proveer hierba de calidad con fines medicinales.