Un reciente video demuestra cómo este adorable bebé elefante recibe a los visitantes que se acercan a conocer el santuario en el que vive. Las imágenes fueron tomadas en un santuario de elefantes, ubicado en Chiang Mai, al norte de Tailandia.
Pero si viajas a Tailandia y quieres visitar un santuario de elefantes, antes es importante tomarse el tiempo para investigar, leer reseñas y asegurarse de que allí los animales no son maltratados.
Según un estudio publicado recientemente por la ONG World Animal Protection, tres cuartas partes de los elefantes destinados a turismo en Asia se concentran en Tailandia y el número de animales se ha incrementado un 30% durante los últimos años.
Según un informe reciente de la ONG World Animal Protection, el número de elefantes en cautividad destinados al turismo en Tailandia se ha incrementado un 30% en cinco años.
Además muchos de estos elefantes son alejados de sus madres cuando son bebés, obligados a someterse a un duro entrenamiento y a sufrir pobres condiciones de vida durante su vida.
Chiang Mai es una de las zonas con más cantidad de propuestas para ver elefantes en Tailandia. Y muchas de ellas siguen permitiendo los paseos montando elefante o los shows para entretener a los turistas.
Pero lo que resulta polémico son las condiciones en las que los elefantes son capturados, custodiados y luego sufren un duro entrenamiento para ofrecer las llamadas ‘experiencias con elefantes’, en donde los turistas pueden alimentarlos, bañarlos o hasta verlos pintar un cuadro, jugar a la pelota o mantenerse sobre dos patas. ¿Pero cuántos golpes habrán tenido que soportar para contentar al turista curioso?
En la mayoría de los santuarios los elefantes son encadenados y cuando se enfadan, reciben varios golpes como castigo.
Por otra parte, la necesidad de proveer de animales a estos centros ha hecho aumentar el tráfico ilegal de ejemplares salvajes, cuya captura está ahora prohibida en Tailandia.