La Embajada de Italia en Buenos Aires, institución que acoge desde hace ya unos cuantos años el edificio afectado, llevó a cabo los trabajos de restauración de la fachada del Palacio Alvear, declarado Monumento Histórico Nacional en 2018. Las obras coinciden con la inminente llegada del 100° aniversario desde su construcción.
La construcción de este edificio, que comenzó en 1920 por pedido especial de Federico de Alvear y su mujer, Felisa Ortiz Basualdo, ha sido inspirada en la arquitectura francesa de mediados del siglo XVIII, rodeado de un amplio jardín. Las fachadas tuvieron como modelo un edificio parisiense bien conocido y admirado por muchos argentinos de la época. La principal recrea las líneas del “Hôtel de Biron”, construido hacia 1730 por Jacques-Ange Gabriel y Jean Aubert para el financista Peyrenc de Moras, sede actual del Museo Rodin en Paris.
La actual sede de la Embajada de Italia fue propiedad de Federico de Alvear y su esposa, Felisa Ortiz Basualdo, cabales representantes de la predilección argentina por la cultura francesa en la primera mitad del siglo XX. En la actualidad el Palacio Alvear es uno de los 10 palacios de Buenos Aires que visitantes y turistas no deben dejar de visitar.
Por su parte, parte del mobiliario para el flamante palacio que incluía muebles y pinturas de varios museos italianos llegaron junto con el noble italiano a bordo del transatlántico San Giorgio. Inaugurado oficialmente tres años más tarde, el Palacio Alvear hoy forma parte del Patrimonio Nacional.
La Embajada de Italia en Buenos Aires restaura el Palacio Alvear a 100 años de su construcción
Este ha sido un proyecto verdaderamente importante, considerando el valor histórico y arquitectónico del Palacio, diseñado, dirigido y ejecutado por la empresa Jibsa SA, bajo la supervisión del estudio de arquitectura Callegari Minervini e Associati, que involucró a más de 25 profesionales entre ingenieros, arquitectos, restauradores, escultores, artesanos, técnicos y trabajadores, que comenzó el 3 de noviembre de 2023 y concluyó luego de 16 semanas.
Durante este proceso de restauración, se realizó un minucioso y exigente trabajo de optimización y revitalización de la estructura con el objetivo de devolver al Palacio el aspecto y sentido estético original, cuidando -con una intervención académica- de no alterar la materialidad original.
Además, según han indicado a través de un comunicado, se realizaron trabajos de sustitución de elementos desprendidos y recomposición de piezas faltantes realizados in situ. Todo el proceso de restauración también fue supervisado por la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Patrimonio Histórico, y el Ministerio de Capital Humano de la Nación Argentina.
Esta iniciativa se destaca como un gran aporte de Italia a la restauración del patrimonio histórico-cultural argentino, privilegiando en todo momento el valor arquitectónico, histórico, social, estético y simbólico del Palacio.