Lo primero que se nos viene a la mente cuando mencionamos República Checa es Praga, inconfundible ciudad, tan pintoresca que parece salida de un cuento. Lo cierto es que, como en todo lugar, hay otros destinos que son imperdibles a la hora de visitar ese anhelado lugar. Te presentamos algunos castillos, iglesias e incluso ciudades para que tengas un pantallazo de éste maravilloso país.
Castillo Karlštejn
El castillo más visitado en la República Checa es el castillo Karlštejn que se encuentra a tan solo treinta minutos de viaje en automóvil desde Praga. El Castillo Karlštejn se yergue en la colina forestada en la reserva natural Český kras. El castillo fue construido en el siglo XIV, para el Rey de Bohemia y Emperador Romano Carlos IV con el fin de guardar allí los tesoros reales, las colecciones de reliquias sagradas y las joyas de coronación. Según una de las leyendas, el castillo Karlštejn debía servir solo para las necesidades seculares y espirituales del Rey Carlos IV y estaba prohibida la entrada de mujeres al castillo.
Iglesia de Santa Bárbara de Kutná Hora
Kutná Hora, caja de tesoro plateada y joya del país, se encontraba en la cuna de la cumbre del Reino Checo. Los estilos arquitectónicos, construcciones únicas de distintas épocas históricas y una larga historia vinícola. Exactamente así es Kutná Hora cuyo casco histórico con la iglesia de Santa Bárbara y la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción fueron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Telč
Es difícil imaginarse una ciudad que sea más maravillosa que justamente Telč. La plaza que es como si estuviera sacada de las historias de Hans Christian Andersen, un palacio romántico y transparentes estanques que rodean la ciudad. Telč es la mejor muestra del Renacimiento italiano desde el norte de los Alpes y a la vez una ciudad que tiene una de las más bonitas plazas de Europa. Es por eso que merecidamente forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Praga
La arquitectura preciosa es uno de los principales símbolos de Praga. El Puente de Carlos es la obra dominante que se yergue encima del río Moldava. La Plaza de Ciudad Vieja con el reloj astronómico mejor conservado del mundo. El majestuoso Castillo de Praga, la sede antigua de los gobernadores checos con más de mil años de antigüedad. La Catedral de San Vito y sus vitrales minuciosamente detallados e intensa atmósfera espiritual. La Casa Danzante en la ribera del río Moldava es una de las primeras manifestaciones de la arquitectura moderna en la Chequia post-socialista.