Se trata de una impresionante obra de arte con recursos 100% naturales. En 2018, la tormenta Vaia arrasó el norte de Italia. Con vientos de hasta 200 kilómetros por hora, una gran parte del bosque quedó destruido. Frente a ello, el escultor italiano Marco Martalar decidió transformar los daños ocasionados en una verdadera obra de arte.
Ahora, en la cima de una montaña en la región de Trentino, un enorme dragón se ha convertido en un símbolo de la fuerza de la Madre Naturaleza.
Martalar creó esta magnífica criatura con las ramas dispersas que quedaron dispersas tras la tormenta, convirtiendo la tragedia en arte. Tan solo en Trentino, más de 18,000 árboles fueron arrancados de raíz por la intensa tormenta, un fenómeno sin precedentes. El nivel de destrucción tuvo un profundo efecto en Martalar, quien cambió la forma en que veía su arte: “El tipo de escultura que había hecho antes ya no tenía sentido”, expresó en una entrevista.
Así, Marco comenzó a usar lo que la tormenta había derribado para darle nueva vida pero convertido en arte. Según ha indicado, para crear la pieza, dedicó 10 días a la planificación del proyecto y dedicó un mes y medio a la escultura in situ.
El dragón, bautizado como Dragón Vaia y que se encuentra en el Alpe Cimbra en Lavarone, tiene un significado especial: Martalar lo ve como una representación del poder de la naturaleza y de lo que puede pasar cuando no se respeta el medio ambiente. Al mismo tiempo, visitantes lo admiran como una obra de arte y símbolo local, por lo que las fotos no tardan en hacerse tomar.