La estudiante de diseño de productos Holly Grounds ha reemplazado las muchas bolsitas de plástico que acompañan a un paquete de fideos instantáneos con un envoltorio comestible con especias que se disuelve cuando se cocina para sazonar el caldo.
El empaque consiste en una biopelícula sin sabor, que está hecha de solo un puñado de ingredientes, incluyendo almidón de papa, glicerina y agua.
Una vez que se ha sellado con calor, la película evita que los fideos secos se deterioren. Pero tan pronto como entra en contacto con agua hirviendo, se disuelve en menos de un minuto.
Con hierbas y saborizantes incrustados en el empaque, el líquido resultante actúa efectivamente como la salsa, mientras que los ingredientes más grandes, como los camarones secos, se almacenan libremente en el paquete antes de ser liberados en el caldo.
«Pude hacer todas las pruebas y la fabricación en mi cocina ya que el proceso es muy simple», explicó Grounds, quien se graduó recientemente de la Universidad Ravensbourne de Londres.
«Los ingredientes se mezclan y se calientan hasta que la mezcla tenga el grosor adecuado. En este punto, agrego las especias y los aromatizantes antes de verterlos en un molde para dejar reposar durante 24 horas».
Después, la película resultante se envuelve alrededor de los bloques de fideos secos, reinventados en forma de dona para permitir que se cocinen de manera más uniforme y entren fácilmente en un tazón.
Por razones de higiene, los envases individuales se almacenan en una funda de papel recubierta de cera.
Grounds estaba motivada por los largos días y noches que pasó estudiando, en donde se alimentaba con paquetes de ramen instantáneo que a menudo contenían «más plástico que fideos».
No podía dejar de pensar en la ironía de que un plato diseñado para cocinarse y comerse en menos de diez minutos viene en un empaque que demora más de ocho décadas en descomponerse.
Su envoltorio soluble se concibió como una alternativa a esta montaña de plástico de un solo uso, así como a sus sustitutos bioplásticos, que, según ella, a menudo no cumplen sus promesas.
«Si bien otras alternativas de base biológica al plástico afirman ser compostables o biodegradables, desde la perspectiva del consumidor no siempre es tan simple», dijo Grounds.
«Muchas de las películas emergentes de base biológica solo se descomponen en un compostador industrial a 50 grados centígrados, por lo que a menudo terminan en el lugar equivocado sin que el consumidor sepa realmente que causaron daños al planeta».
Para evitar este posible recorrido, creó un empaque que en realidad desaparece ante los ojos del usuario y les brinda tranquilidad.
La creación de Holly Grounds es más rápida
Grounds también realizó una prueba de cocción rápida, para desafiar la idea de que el plástico siempre es la opción más conveniente. Ella descubrió que los fideos envueltos en plástico demoraron un minuto más en prepararse que los empacados en su biopelícula, debido al proceso que lleva mucho tiempo abrir y vaciar las bolsitas de sabor individuales.
«La conveniencia se ha convertido en una parte inevitable de la vida cotidiana, pero a menudo tiene un costo para el medio ambiente», dijo.
A principios de este mes, su paquete de fideos solubles apareció en el programa de posgrado VDF x New Designers, que destacó 20 proyectos destacados de estudiantes de todo el Reino Unido.
El proyecto se seleccionó de un grupo de más de 3.000 participantes, que se presentarán en la exposición anual antes de que se cancelara debido a la pandemia en curso.
