Se conoce como patrimonio cultural inmaterial o patrimonio cultural intangible a aquellas prácticas culturales no tangibles, entre las cuales se incluye tanto una práctica oral como inmaterial, que forman parte de las declaraciones de la UNESCO para la salvaguardia de rituales arraigados en la cultura de un estado o nación. Un grupo de españoles busca que la «sobremesa» sea reconocida como tal en una reciente petición al Gobierno de España.
En un pedido especial al Gobierno de España, más precisamente al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, un grupo de personas busca que la sobremesa, el ritual arraigado en nuestra cultura (no solo en la Península Ibérica) y ese alabado momento tras el almuerzo donde nos quedamos en la mesa conversando, compartiendo y disfrutando del tiempo juntos sea considerado como un Patrimonio Cultural Inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La sobremesa es un periodo de descanso y asueto, que en algunos países como España suele ocurrir inmediatamente tras la comida, en particular luego del almuerzo. Para la Real Academia Española, este concepto refiere a la locución adverbial, ‘inmediatamente después de comer y sin levantarse de la mesa’.
El argumento de este colectivo es que la sobremesa no solo tiene un impacto positivo en la sociedad sino que también promueve la salud mental de los participantes de esta experiencia: «La sobremesa es mucho más que un simple postre o café. Es una oportunidad para desconectar del estrés diario y fortalecer los vínculos familiares y sociales», sostienen en la petición.
Esta valiosa costumbre está pasando desapercibida en su importancia. Por eso pedimos que se reconozca oficialmente a la sobremesa como Patrimonio Intangible de la Humanidad por parte de UNESCO. Esta designación no solo protegería esta tradición sino también resaltaría su valor cultural y social.
Petición «Reconozcamos a la Sobremesa como Patrimonio Intangible de la UNESCO»
Impulsada el pasado 15 de febrero por la consultora turística Birgitta Spee-Koenig, hasta el momento la petición ha alcanzado las 180 firmas, aunque espera seguir sumando conforme se comparta y viralice la iniciativa.
