A partir de este mes, las tiendas de animales en España ya no podrán vender perros, gatos ni hurones. Esta nueva normativa, impulsada por la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, busca mejorar las condiciones de bienestar para estas especies, y quienes no cumplan con ella enfrentarán multas que oscilan entre los 50.001 y 200.000 euros.
La ley, que entró en vigor el pasado 29 de septiembre de 2023 tras un período transitorio de doce meses, prohíbe no solo la venta de estos animales, sino también su exhibición con fines comerciales en las tiendas. Según la normativa, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), solo los criadores registrados oficialmente están autorizados a vender estas mascotas, siempre mediante un contrato escrito y bajo estrictas regulaciones.
Además, las transacciones deberán ser registradas en el Registro de Animales de Compañía dentro de un plazo de tres días hábiles, y los animales vendidos deben tener un mínimo de dos meses de edad y cumplir con los tratamientos sanitarios obligatorios.
Las organizaciones de protección animal han recibido positivamente este cambio, ya que consideran que reducirá el sufrimiento animal al promover ventas más éticas y responsables. El objetivo es aumentar la conciencia sobre el bienestar de los animales, brindando a los compradores información clara sobre el origen y la salud de sus futuras mascotas.
En conclusión, esta ley marca un importante avance en las políticas de bienestar animal en España, estableciendo un marco más estricto para la comercialización de perros, gatos y hurones, con la esperanza de que mejore la calidad de vida de los animales y fomente un comercio más responsable.
