Se trata de un festival que se hace desde hace cientos de años, el festival Gion, en donde llevan a los fuegos artificiales a otro nivel.
Los maestros arman en sus casas los «tezutsu hanabi», brotes de bambú con tres kilos de pólvora, para después disparar llamas hacia el cielo.
Se cree que estos artefactos se crearon como una forma de comunicación entre el campo de batalla y el castillo. Y, con el paso de los años, se convirtieron en una gran atracción durante el festival de verano.
Cuando se encienden los «tezutsu hanabi» sus llamas pueden alcanzar los 10 metros de altura. Es un espectáculo sorprendente y único. Para que te des una idea, aunque haya cientos de personas, en el momento previo todo el lugar queda en silencio, cuando se encienden estos artefactos las caras de todos se transforman y cuando termina el espectáculo todo el lugar tiembla por los aplausos y gritos de aprobación.
Miles de personas van todos los años a Toyohashi para poder disfrutar de este ritual que ilumina la noche.
https://www.youtube.com/watch?v=Yq23sYUhmbk