Esta paradisíaca isla permaneció 6 meses cerrada al turismo debido al exceso de contaminación producido básicamente por la falta de control de la actividad y de sus visitantes. Ya han pasado tres meses desde que reabrió al mundo y la policía está haciendo todo lo posible para asegurarse de que Boracay no caiga nuevamente en los mismos errores que la llevaron a permanecer cerrada.
Conocida como una de las mejores islas del mundo, Boracay se había convertido en víctima de su propio éxito cuando el presidente Rodrigo Duterte calificó el ” paraíso de las playas ” como un “pozo negro”.
Por eso el presidente cerró la isla durante seis meses, dando a los hoteleros el tiempo que necesitaban para solucionar sus problemas de alcantarillado y desechos. El 26 de octubre, la isla reabrió al público, y en los últimos tres meses se ha limitado el consumo de bebidas alcohólicas, no se permiten fuegos artificiales, y también se han prohibido los castillos de arena, que eran realizados por niños para ganarse un poco de dinero de los turistas.
Si alguien es pillado realizando castillos de arenas se puede enfrentar a una pena de cárcel. “Esta actividad comercial diaria no regulada juega con el terreno natural de la playa que resulta en la presencia prolongada de contornos irregulares que afectan la simetría natural de la playa”, dice la ordenanza.
Los castillos de arena en la playa son una de las postales típicas de Boracay, Pero la Ordenanza municipal Nº 246 prohíbe la creación de los mismos con el propósito de convertirla en un telón de fondo para las foto (y cobrar por ello)
La ordenanza se creó porque la «actividad comercial no regulada (construcción de castillos de arena) se entremezcla con el terreno natural de la playa, lo que resulta en la presencia prolongada de contornos irregulares que afectan la simetría natural de la playa¨
Los infractores de la ordenanza reciben una multa de P2,500 por la primera infracción.
«En el segundo y los delitos subsiguientes, se impondrá una pena adicional de no menos de 30 días de prisión, según la discreción del tribunal», indica la ordenanza.
Cerca de 300,000 personas han visitado Boracay desde la reapertura de la isla y las autoridades dicen que la atracción turística aún tiene un largo camino por recorrer antes de que se recupere por completo. Todos los deportes acuáticos, incluido el jet ski, el kiteboarding y el buceo, aún están prohibidos en la isla. Las hogueras de playa y los vendedores ambulantes también están prohibidos, y los tres casinos de la isla han sido cerrados permanentemente.