Si hubiera un concurso o ranking para escoger a quien mejor hubiera vivido la cuarentena, ¿quién crees que sería merecedor o merecedora del premio?
Para mí, esta pareja que ha vivido un confinamiento de lujo dentro de un castillo bien podría posicionarse entre los primeros puestos y a continuación te detallaré el por qué para que saques tus propias conclusiones.
Se trata del castillo irlandés de Ashford, una histórica y lujosa edificación construida en el siglo XIII y que ha sabido tener como huéspedes ni más ni menos que a destacadas personalidades del mundo como Oscar Wilde, los Kennedy o los Duques de Sussex, hasta celebrities como Barbara Streisand o Brad Pitt.
Como si fuera poco, este castillo de estilo medieval en Irlanda también ha sido elegido como el mejor hotel del mundo, de acuerdo a lo descrito por la edición internacional de la editorial Condé Nast Traveler, especializada en viajes. Por su parte, la reconocida revista Forbes también lo tiene entre sus rincones más lujosos preferidos.
Mientras cualquier simple mortal debiera pagar algo así como más de 450 euros para pasar la noche dentro del castillo, sorprendentemente esta pareja formada por la inglesa Laura Jamieson y el escocés Michael Smith ha sido beneficiaria de toooodas sus instalaciones solo para ellos.
Sí, sí y si, lo que has leído. ¿Cómo? Resulta que esta pareja ha disfrutado del lugar durante toda el confinamiento en Irlanda y aún continúan radicados allí mientras aguardan a la reapertura al público de las instalaciones del castillo.
El motivo de su lujosa estadía se debe a que la pareja en cuestión trabaja habitualmente en el edificio, que posee todos los lujos que te puedas imaginar, y los que no también: desde numerosas torres que datan del siglo XIII, tiene una extensión de más de 140 hectáreas repartidas por un espectacular enclave natural de fondo lleno de bosques, lagos ríos y montañas donde el verde es protagonista.
Además, al estar inhabilitado para su uso y prestación de servicios, la pareja ha podido disponer de un verdadero y auténtico confinamiento de lujo dentro de un castillo accediendo a sus espléndidas 83 habitaciones, sus 160 inodoros o su cine privado con 32 butacas.
Su tarea consiste en garantizar que todo siga funcionando a la perfección para cuando el hotel vuelva a abrir a mediados de julio, momento en el que Irlanda ya estará lista para la apertura al turismo internacional como la mayor parte de Europa.
Laura es normalmente quien se encarga de organizar eventos especiales para los huéspedes, como ser cruceros privados y picnics de lujo. Por su parte, Michael administra los terrenos de la finca.
No obstante, durante estos meses sus tareas diarias han incluido limpiar 160 inodoros, desempolvar y mantener las habitaciones y sus suntuosos elementos decorativos o atender llamadas telefónicas y correos electrónicos.
En alusión a su confinamiento de lujo dentro de un castillo, en una entrevista con la cadena irlandesa RTÉ, Laura y Michael admiten: «Somos muy afortunados… Es un lugar increíble. Trabajamos duro, pero disfrutamos de todas las ventajas que ofrece el castillo y sus jardines… Es como estar en tu propio reality show de televisión, pero nadie te está mirando«.
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