El Cairo, la actual capital de Egipto, se ha convertido en un verdadero caos (como toda metrópoli). Esta es la razón por la cual el gobierno anunció la construcción, desde cero, de una nueva capital, a tan solo 40 kilómetros de la actual.
Albergará entre cinco y seis millones y medio de personas
La nueva ciudad, que todavía no tiene nombre y planea estar lista para el 2019, promete mucho verde y caminos despejados, sin tráfico. Los letreros que se pueden ver por El Cairo afirman: «la entrada a una nueva ciudad, un nuevo estilo de vida, una nueva comunidad y un nuevo centro de atracción mundial».
La capital alternativa abarcará 700 km2, lo que la hace casi tan grande como Singapur, y tiene como objetivo albergar a un total de cinco millones de personas. El plan muestra una gran cantidad de rascacielos y edificios residenciales, así como un «distrito gubernamental», todos estacionados alrededor de un «río verde» central, una combinación de agua abierta y vegetación vegetal dos veces más grande que el Central Park de Nueva York.
«Hay atascos en cada calle, la infraestructura no puede mantener a la población y está muy concurrida. Sin un plan maestro específico, ha empezado a ponerse feo … no hay humanidad.»
Esta capital está proyectada a lo grande, tan es así que todos los edificios gubernamentales se trasladarán ahí para junio del 2019. Y están alentando a las embajadas y empresas a reubicarse cuando la ciudad esté lista, aunque por lo que se sabe no están muy receptivos a esta idea.
Se construirá la torre más alta de África (con 345 metros)
La realidad es que si bien El Cairo esta sobrepasado, la construcción de esta nueva capital parece una locura. En primer lugar, los costos de este proyecto no se han publicado claramente, lo que hace imaginar que serán exorbitantes. Sumado a eso, el costo de vida que se necesitará para poder vivir ahí estará muy alejado que el de un empleado público promedio (se planea que vivan ahí). Y, como si eso fuera poco, no se tiene planificado que se va a hacer con todos los edificios vacíos que queden atrás. Por lo que podríamos decir que no existe actualmente un plan real, exceptuando la construcción de la nueva capital.