Definitivamente Nanakuli (Kuli para los amigos) no entra en la definición de un gato promedio. Se trata de un felino que le falta un ojo, pero eso no lo frena para vivir aventuras y disfrutar de su deporte favorito, el surf.
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Kuli ama pasar sus días disfrutando del sol, la arena y el mar, junto a sus padres hawaianos, Alex y Krista. Quienes se cruzaron con su «hijo» de casualidad.
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Resulta que un día Alex dijo «sería genial tener un gato tuerto que se llame Nanakuli (que significa «parecer ciego»)». Y a los pocos días apareció Kuli en su puerta, ¡toda una coincidencia!
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Tenía solo tres meses de edad, estaba muy enfermo y necesitaba que le quitaran el ojo. Una vez que ya estaba sano y salvo comenzaron a presentarlo al mundo exterior. Primero salía a pasear con correa, luego comenzó a pisar la arena en los días de playa y, finalmente, comenzó a nadar con chaleco salvavidas. Cuando nadar se le hizo un hobbie, pasó al siguiente nivel… ¡comenzó a surfear!
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La pasión por la vida de Kuli es muy envidiable y probablemente todos podamos aprender mucho del peludo felino sobre cómo buscar aventuras y aprovechar cada oportunidad que la vida nos depare.