La idea de que un conductor de reparto deje una pila de pizzas inesperadamente puede sonar como un sueño hecho realidad para muchos.
Pero no para Jean Van Landeghem, que tiembla de miedo cada vez que escucha un scooter frente a su casa en la ciudad belga de Turnhout.
El hombre de 65 años dijo que ha estado plagado de conductores de reparto que aparecen en su puerta con pizza que no ha ordenado a todas horas del día y de la noche durante casi una década.
Al principio, lo confundió con la dirección de entrega, pero los pedidos, que según los informes incluían otras comidas rápidas como kebabs, seguían apareciendo, a veces varias veces al día.
El «terror de la pizza» de Van Landeghem llegó a un punto crítico en enero del año pasado cuando 10 conductores de reparto aparecieron el mismo día, incluido uno con 14 pizzas.
Le dijo a Het Laatste Nieuws: «Ya no puedo dormir. Empiezo a temblar cada vez que escucho un scooter en la calle.
«Temo que alguien venga a dejar pizzas calientes otra vez».
El Sr. Van Landeghem dijo que no ha tenido que pagar las pizzas porque siempre ha rechazado los pedidos, pero la situación es frustrante tanto para él como para los restaurantes.
Una broma muy pesada
Un amigo suyo, que vive a unos 30 kilómetros de distancia en Herenthout, ha experimentado una situación similar durante el mismo período de tiempo.
Los incidentes han sido reportados a la policía que, junto con las dos víctimas, cree que debe ser alguien que ambos conozcan.
Van Landeghem dijo que «no será su mejor día» cuando finalmente encuentre al culpable. Pero por ahora, sigue siendo un misterio.