A simple vista, el «Jacuzzi de la Muerte» podría sonar como una atracción turística extrema, pero en realidad es una trampa mortal oculta en las profundidades del Golfo de México. Este lago hipersalino, también llamado «Jacuzzi de la Desesperación», se encuentra a 3,300 pies bajo el océano y es letal para cualquier criatura que se atreva a sumergirse en él.
Su origen se remonta a más de 140 millones de años, cuando un antiguo mar quedó atrapado y, al evaporarse, dejó depósitos de sal que formaron esta piscina letal. Su concentración salina es cinco veces mayor que la del agua de mar, y la falta de oxígeno, combinada con altos niveles de metano e hidrógeno sulfuroso, lo convierten en un ambiente venenoso.
Este fenómeno fue descubierto en 2014 por la expedición del Exploration Vessel (EV) Nautilus. Un año después, enviaron un sumergible tripulado y captaron imágenes impresionantes de este «lago dentro del océano», rodeado de un muro de barita donde solo algunos mejillones pueden sobrevivir gracias a una simbiosis con bacterias.
Con 100 pies de diámetro y 12 pies de profundidad, el «Jacuzzi de la Muerte» es notablemente más cálido que el agua circundante, lo que le da su nombre. Pero en lugar de ofrecer relajación, garantiza una muerte segura para los organismos marinos que entran en contacto con él.
Este tipo de piscinas de salmuera aún intrigan a los científicos, ya que podrían dar pistas sobre la vida en ambientes extremos, incluso en otros planetas. Mientras tanto, el «Jacuzzi de la Muerte» sigue siendo una de las maravillas más letales del océano.
