Se trata de Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort, un complejo alojamiento que abarca al menos 65 hectáreas en un contexto natural dentro de la jungla en el norte de Tailandia. Allí dentro, será posible apreciar una colina que mira a los ríos Mekong y Ruak.
Sobre este lugar también se podrá contemplar unos paisajes únicos de Tailandia, Laos y Myanmar, los tres países que confluyen en ese punto.
Aún así, este no es el atractivo que más las caracteriza, sino que el gran comodín que convierte a este lugar en un excelente paraíso natural es la posibilidad que brinda a los visitantes y turistas de pasar la noche junto a elefantes en su hábitat natural.
¿Cómo? Gracias a la presencia de «burbujas» transparentes. Bautizadas como ‘Jungle Bubbles‘, comprenden unas elevadas cubiertas de madera que simulan habitaciones que ofrecen vistas panorámicas. Así, la empresa que ha diseñado las mismas se ha propuesto la invitación a disfrutar de una experiencia inmersiva y de contacto con la naturaleza.
Además, las habitaciones cuentan con ducha y tocador, y se encuentran perfectamente equipadas con aire acondicionado.
Pasar la noche aquí vale unos 525 euros por noche para dos personas. Dentro de los costos, se incluye una cena tipo picnic, un mini bar, servicio de comidas 24 horas a la habitación, y menajes para preparar infusiones como té y café.
Por otra parte, tal como indica el nombre de este resort, también se cuenta con un área de campamento de elefantes, actividad que lo ha distinguido internacionalmente. Se trata de una misión solidaria y contributiva que llevan a cabo desde Anantara Golden Triangle Elephant Camp & Resort junto a la Fundación del Elefante Asiático del Triángulo de Oro, para con los elefantes, en pos de ayudarlos y rescatarlos de abusos y de cualquier otra circunstancia que atente contra su integridad física.
Tailandia: monjes budistas fabrican sus túnicas a base de botellas de plástico recicladas
Los monjes budistas en Tailandia visten túnicas fabricadas con telas confeccionadas con botellas de plástico recicladas, como parte de una política medioambiental impulsada por autoridades del país.
Para ello, los monjes recogen las botellas de plástico usado para su reciclaje en el templo Wat Jak Daeng, ubicado en la isla de Bang Kachao. Cada conjunto de prendas utiliza unas 30 botellas de plástico PET, además de algodón y otros materiales.
En este templo, los monjes lucen túnicas anaranjadas fabricadas con telas confeccionadas con botellas de plástico y otros materiales reciclados. Continuar leyendo…
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