Una pareja que estuvo casada durante 71 años murió la semana pasada, con solo unas horas de diferencia.
Herbert DeLaigle, de 94 años, murió el viernes por la mañana a las 2.20 am en Augusta, Georiga (Estados Unidos), mientras que su amada esposa Frances, de 88 años, murió solo 12 horas después.
En declaraciones a WRDW, en junio de 2018, Herbert dijo sobre su amor: «Frances trabajaba en una pequeña cafetería que teníamos en Waynesboro llamada White Way Café. Seguí viéndola entrar y salir, y tenía mis ojos puestos en ella. Y luego finalmente me puse nervioso y le pregunté si alguna vez saldría conmigo».
Tuvieron su primera cita en el cine y Herbert hizo la pregunta tan importante un año después.
Él dijo: «Le pregunté si ella me tendrá como su esposo y ella dijo ‘por supuesto'».
Pero a pesar de su amor, la boda casi nunca sucedió, como dijo Frances «siempre llegaba tarde». El predicador que dirigía el servicio casi no los casó porque llegaron una hora tarde a la iglesia, pero después de convencerlo, lo lograron.
Después de casarse, la pareja pasó a tener seis hijos juntos.
La familia de la pareja dijo en un comunicado: «Es sorprendente cómo estuvieron juntos durante 71 años y ahora están juntos en el Cielo. Qué historia de amor tan asombrosa».
Cuando las parejas mueren tan juntas, como en el caso de los DeLaigles, generalmente se atribuye a la muerte de un corazón roto, lo que los médicos dicen que es una condición real.
¿Qué es el síndrome del corazón roto?
El síndrome del corazón roto o takotsubo (TTS, por sus siglas en inglés) es una condición en la que su músculo cardíaco se debilita repentinamente. Está relacionado con el estrés. La palabra «takotsubo» significa «olla de pulpo» en japonés, debido al hecho de que el ventrículo izquierdo del corazón toma una forma similar. Puede desarrollarse a cualquier edad, pero tiende a afectar a más mujeres que hombres.
Abuelitas celebran sus 30 años de amistad tatuándose lo que más aman compartir: dos vasos de cerveza
Las amamos: en Brasil dos abuelitas que cumplieron 30 años de amistad, Ilda, de 70 años, y Therezinha, de 66, decidieron inmortalizar la amistad con un tatuaje.
Es así que las abuelas decidieron ir a un salón de tatuajes y tomadas de la mano les tatuaron dos vasos de cerveza. De acuerdo con Thiago de Oliveira, dueño del estudio y nieto de una de las abuelas, las dos tatuaron la cerveza porque la bebida acompañó a las dos en varios momentos de la vida. Continuar leyendo…