Un experto en conservación advirtió que los osos polares se extinguirán si se permite que continúe la caza de trofeos. Desde 1960, más de 50,000 osos polares han sido asesinados: el doble del número de osos polares que quedan en el mundo.
Con su supervivencia ya amenazada debido a los efectos del cambio climático, la caza de trofeos y la creciente demanda de pieles de osos polares en China los están llevando rápidamente al borde de la extinción.
Ya lo había adelantado hace un tiempo un grupo de investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres, quienes aseguran en su último trabajo, publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, que la caza de trofeos podría llevar a la extinción de algunas especies si las condiciones ambientales no son constantes.
Por otro lado, el fotógrafo, autor y conservacionista de la vida silvestre, Ole Jørgen Liodden, ha pasado cuatro años trabajando en un proyecto que se centra en los graves peligros que enfrenta esta hermosa especie, publicando sus hallazgos en un libro titulado Osos polares y humanos.
«La mayoría de los proyectos de conservación de osos polares actuales solo se centran en el cambio climático y el calentamiento global. Es muy importante proteger el medio ambiente del Ártico para asegurar el ecosistema con hielo a la deriva para los animales del Ártico, pero también es importante proteger a los propios animales», publicó Liodden.
Según Liodden, la gran mayoría de las reducciones de población en las últimas tres décadas se pueden atribuir a la caza insostenible. Además, durante al menos los próximos 10 a 15 años, la caza probablemente continuará jugando un papel importante en la determinación de las tendencias de la población de osos polares.
Según las cifras más recientes, los cazadores en el Ártico mataron a casi 9,000 osos polares entre los años 2007 y 2016. Para poner esto en contexto, ahora solo quedan entre 20,000 y 25,000 osos polares en la naturaleza, según publicó el medio Unilad.
La caza del trofeo del oso polar comenzó en la década de 1940, en Alaska, EE. UU., y Svalbard, Noruega. Sin embargo, las expediciones atrajeron rápidamente a clientes ricos, alimentando una industria que pronto utilizó aviones, helicópteros y barcos para cazar a los animales a mayor escala.
En 1957, Rusia implementó la prohibición de la caza de osos polares, Estados Unidos lo imitó en 1972 y Noruega lo hizo un año después. La región ártica de Canadá es ahora el único lugar en la Tierra donde la caza de osos polares sigue siendo legal.
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En Internet, empresas cobran más de 40 mil dólares por cazar osos polares durante 12 días
La crueldad en el maltrato animal no tiene límites. Y es que los cazadores de osos polares en el Ártico posan con sus cadáveres como si fueran trofeos.
Lo cierto es que los viajes para cazar animales, en específico osos polares, se han vuelto tan populares que incluso utilizan las fotos de los cazadores para exhibirlos y atraer más clientes.
Estos viajes de caza son organizados con el propósito de matar una especie específica, en peligro de extinción.