El artista visual Roman Robroek es reconocido por adentrarse en lugares inhóspitos y capturar la desolación de sitios como la ciudad de Prípiat -cercana a la central nuclear de Chernóbil-, los restos del país ya extinto Abjasia, entre otros tantos destinos que podríamos creer que de turísticos tienen poco. En esta oportunidad, se adentró en lo profundo de este país europeo para plasmar el estado de más de 100 iglesias abandonadas y los resultados son increíbles.
Si bien Italia es un país reconocido por estar históricamente ligado a la iglesia Católica, se sabe que hay cerca de 1.000 templos abandonados en todo el territorio de ese país. Sin dudas, impresiona la cantidad, más teniendo en cuenta la relación que existe entre Italia y el Vaticano.
Todas estas fotografías están plasmadas en el trabajo que el artista ha llamado “Chiesa”: en él resulta impresionante el estado de los templos: espacios donde la naturaleza se apodera de las paredes, los pisos e incluso de las figuras religiosas. El polvo y los escombros cubren la mayor parte del suelo. En algunos templos, los árboles han reclamado el territorio para sí, las paredes están a medio caer, los ladrillos al descubierto y la pintura es constantemente azotada por la humedad, los musgos y las lluvias de la zona.
Si bien decimos que llama la atención, lo cierto es que hay que destacar que esto no es un abandono intencional por parte de los creyentes de las zonas. Lo que ocurre es un poco más complejo: en Italia es que cada vez notoria la existencia de “pueblos fantasmas”. Los jóvenes abandonan con más frecuencias sus pequeños poblados en busca de trabajo en las grandes ciudades y, como consecuencia, este desplazamiento genera que cada vez sean más las zonas que, llegado el momento, se quedan sin habitantes.
Otro de los agentes que influyen en este acontecimiento es la falta de inversión que existe para estas construcciones religiosas, o bien, la escasez de recursos para el mantenimiento de las mismas. Robroek reflexiona sobre este fenómeno y cree que se debe a diversos factores como desastres naturales, consecuencias de la guerra y también a cambios culturales. “Es cierto que puede parecer increíble que iglesias tan deslumbrantes y artísticas estén en este estado de deterioro, pero todo se conecta con los mismos problemas… la falta de comunidad y la desolación económica de un área que hace mucho que pasó su mejor momento”, expuso el artista en su obra “Chiesa”.