La prisión de Autun fue construida en 1854 según los planos del arquitecto Berthier. Es una de las primeras en Francia en adoptar el modo de detención celular, lo combina con un plan circular. Este modelo que fue bautizado como «panóptico» permitía a los vigilantes observar desde lo más alto de la torre a los prisioneros sin ser vistos, con el fin de ahorrar dinero en personal (guardias).
En el centro de la prisión se encuentra un espacio cilíndrico donde se elevaba la capilla, el conjunto rematado por una cúpula de vidrio. Las celdas brillan en tres niveles y permiten una vigilancia fácil. La prisión está abandonada desde 1955.
Situada precisamente en la región de Borgoña, esta penitenciaría fue de las primeras en adoptar el sistema de aislamiento, aunque los problemas de hacinamiento que se vivían en aquella época en las cárceles no pudieron permitir que funcionaran como se tenía pensado.
En cuanto a su disposición y características de las instalaciones, la prisión se dividía en 50 celdas a lo largo de tres niveles. Cada una tenía 4 metros de profundidad, 2 de ancho por 3 de largo. En 1956 fue vendida como bodega, y posteriormente abandonada.
En 1957 pasó a ser un monumento histórico y en 2003 se volvió propiedad de la ciudad. Algunas versiones indican que algún día podría convertirse en museo y así sería posible el acceso del público, sin embargo aún no se precisan datos sobre esto.
Sorprendentemente, el fotógrafo aficionado, Romain Veillon, se dio a la tarea de capturar su belleza a través de una serie de fotografías. “Encontré esta prisión viendo viejos reportajes sobre el sistema carcelario en Francia. Uno de estos reportajes fue sobre la prisión de Autun”.
Si quieres conocer más sobre lo que sucede en el mundo, ¡síguenos en Instagram!