Galicia, el secreto mejor guardado de España

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Es difícil imaginar España, sin que automáticamente se nos vengan a la mente los toros, el flamenco o la sangría. Los destinos turísticos que todos conocemos (Barcelona, Madrid, Valencia o Sevilla) no hacen más que potenciar esta imagen, para deleite de los más de 60 millones de turistas, que cada año abarrotan sus calles.

La Sagrada Familia, la Giralda o la Puerta de Alcalá son algunos de los puntos que debes visitar obligatoriamente, si es la primera vez que viajas al país ibérico.

Sin embargo, en un rincón de la península, casi como queriendo ocultarse de las miradas, se encuentra una fascinante tierra celta. Desde el primer momento, en que pones el pie en Galicia, te das cuenta que nada tiene que ver, con lo que todos conocemos de España.

Llegué casi por casualidad, como suele ocurrir la primera vez que se llega a esta tierra, y al instante quedé enamorada de sus paisajes, su cultura y su gente. Si desean acompañarme, prometo desvelarles algunos de los tesoros que oculta esta misteriosa tierra:

RIAS BAIXAS

El entorno natural de las Rias Baixas (Rias Bajas) se ha convertido por méritos propios en uno de mis lugares favoritos, no solo de Galicia, sino de todo el país.

Cuando llegas por primera vez, no puedes dejar de sorprendente por sus arenales finos y blancos como la nieve, que contrasta con la arena oscura que habitualmente caracteriza al levante español. El agua es tan limpia y cristalina, que puede dar la ilusión de encontrarte en alguna playa paradisiaca (hasta que pones un pie en el agua, por supuesto).

Sanxenxo, Vilagarcía o Cangas son algunos de los mejores destinos del norte de España, donde poder disfrutar de unas vacaciones de sol y playa. Sin embargo, si tengo que elegir un destino especial, no puede ser otro que la hermosa ciudad de Vigo.

Vigo es la mayor urbe de Galicia, y eso se nota desde el primer momento. Los grandes trasatlánticos que cada verano atracan en su puerto, traen consigo a miles de turistas de todas partes del planeta, generando un ambiente cosmopolita digno de admirar. La ciudad “trepa” desde el mar hacia la montaña, permitiendo disfrutar de unas hermosas vistas de la ría desde casi desde cualquier punto. Los atardeceres en el monte del Castro pueden llegar a ser inolvidables.

Pero antes de irse, no olviden visitar las preciosas Islas Cies, que se ha convertido en la verdadera perla gallega, y uno de los mayores puntos turísticos de la comunidad. La inmensa playa de Rodas que une las dos islas, ha sido nombrada por el periódico The Guardian como la mejor playa del mundo. Si piensan que exageran, igual deben comprobarlo por ustedes mismos.

image Galicia Best Beaches In Spain 6. Rodas Beach Galicia

CATEDRAL DE SANTIAGO

Pasamos de la arena de las Rías, a la piedra de Santiago de Compostela. Caminar por sus calles es como respirar su historia, la historia que envuelve cada rincón de una de las ciudades más antiguas de Europa. Pero dentro de esta joya del medievo, destaca por encima de todo, la maravillosa catedral de Santiago, uno de los puntos de peregrinaje más importantes de todo el cristianismo.

Dicen que en esta hermosa basílica de casi 800 años, descansan los restos del apóstol Santiago. Puede haber cierta controversia entre el mito y la realidad, pero tan pronto llegas a la plaza del Obradoiro, el origen deja de importar. Los picos de la fachada barroca parecen que quisieran alcanzar el cielo, con una cantidad de detalles que no puedes más que admirar.

Tuve la suerte de llegar un domingo, por lo que, para completar la visita de ensueño, pude participar en una misa en el interior de la catedral. El color, la luz de las vidrieras y los fieles que la abarrotaban, crearon una imagen que todavía perdura en mi memoria.

Le pedí al apóstol que si me concedía un sueño que tenía pendiente, volvería a visitarlo, pero en esta ocasión, sería una de las miles de peregrinas que cada año recorren el famoso Camino de Santiago. El sueño me lo concedió, por lo que él y yo, tenemos una deuda pendiente.

TORRE DE HÉRCULES

Siguiendo de sur a Norte, llegamos a la ciudad de Coruña. Una hermosa ciudad marinera que se ubica en las Rias Altas, mucho más agreste que las rías del sur. Cuenta la leyenda, que desde este punto, hace muchos años, un gigante llamado Breogán, construyó una torre tan alta, que desde la cima pudo divisar Irlanda, la que, posteriormente conquistaría. Es algo habitual en Galicia, que la mitología y la realidad se junten de tal forma, que en ocasiones resulte difícil distinguirlas.

Frente al mar, aguantando las embestidas de los temporales que cada invierno azotan la costa, se erige imponente, la espectacular Torre de Hércules. Esta torre es el único faro romano que actualmente se encuentra en pie, y, cuya estructura original (ha sufrido varias reconstrucciones a lo largo de la historia) data del siglo I, siendo también, el segundo faro más alto del país.

Si eres lo suficientemente valiente, para subir los 234 escalones que se encuentran en el interior, podrás disfrutar de un mirador privilegiado, en el que podrás tomar hermosas fotografías de la costa

CASTRO DE BAROÑA

Galicia es tierra de celtas, tribus antiguas que poblaron esta región durante varios siglos antes de la romanización. La cultura castrexa, como habitualmente se le conoce, ha dejado sus legados arquitectónicos en forma de castros (sus antiguos poblados) que se encuentran esparcidos por toda la región.

Uno de los más fascinantes que puedes visitar, es el Castro de Baroña, un antiguo yacimiento de más de 2.000 años que se ubica en la localidad de Porto do Son. Lo más sorprendente es que, a diferencia otros poblados, este se encuentra pegado al mar, integrándose perfectamente con el entorno que lo rodea.

Cuando lo observas por primera vez, puedes sentir, la misma brisa del mar que sintieron esos primeros hombres que allí habitaban. Las casas originales están tan bien conservadas, que puedes imaginar, como se reuniría la familia alrededor del fuego, para poder protegerse del inclemente frío invernal. La paz que sientes en este lugar, es totalmente indescriptible, y creo que no podría hacerle justicia con mis palabras.

Me sorprendió tanto el castro de Baroña, que me costaba comprender cómo era posible que pasara tan desapercibido. Déjalo así, me decía mi compañero, de otra forma se rompería el encanto. Puede que tuviera razón, al fin y al cabo, Galicia no desea ser descubierta.

¿Qué comer?

No podía despedir este artículo sin hablarles, de una de las joyas de esta tierra, su gastronomía. Galicia es mar y tierra, es calor y frío, es lluvia y es sol. La gran variedad de climas y paisajes, se ve reflejado perfectamente en su comida, famosa en todo el mundo. Estos son algunos de los platos típicos que no puedes dejar de probar:

Pulpo á feira. También conocido como pulpo a la gallega. Este manjar se ha convertido en mi plato favorito, y en uno de los más famosos en toda España. El aceite de oliva y la sal, mezclados con el pulpo perfectamente cocido es una verdadera delicia para el paladar. No tengas miedo si te impacta la primera vez, porque el resultado es fascinante.

Pimientos de Padrón. Se trata de unos pimientos autóctonos de pequeño tamaño. Se sirven fritos en aceite de oliva y con un punto de sal gorda. Reconozco que la primera vez que lo probé no me entusiasmó, pero si le das varias oportunidades, se acaba convirtiendo en una verdadera delicia.

Chipirones. Preferiblemente a la plancha con un toque de limón. Son pequeños calamares que se sirven normalmente como entrada. No dejes de probarlos, seguro te van a encantar.

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 –Zamburiñas. Si te gusta marisco, debes saber que el gallego probablemente sea el mejor del mundo. Las zamburiñas son un pequeño molusco similar a una ostra, y se sirve en su propia concha. El sabor es muy característico, y si eres de los que disfrutan de estos manjares, vas a enamorarte desde un primer momento.

Rape a la gallega. Dentro de la gran variedad de pescados de la región, quiero destacar mí preferido, el rape. Este pescado blanco, tiene un sabor similar al de la langosta, y con la preparación local, el sabor se potencia aún más, dando como resultado un pescado suave y delicioso. Súper recomendado.

La primera vez que partí de Galicia, sentí una nostalgia que no puedo explicar con palabras. Fueron unos días inolvidables en el que pude integrarme a fondo, con los paisajes, la cultura y las tradiciones de esta hermosa tierra.

Sin embargo de algún modo sentí que le había fallado, ya que, a pesar de que se lo prometí, no fui capaz de guardarle el secreto.

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