Ted Pelkey de Westford, Vermont (Estados Unidos), decidió encargar una estatua gigante para hacerle ‘fuck you’ a toda su ciudad. Decidió invertir nada más y nada menos que 4.000 dólares en esa obra de arte.
Su decisión llegó después de la batalla para obtener un permiso que le permitiera construir un garaje.
«Hemos estado tratando de poner un negocio allí durante los últimos 10 años. Es simplemente interminable».
Los funcionarios de la ciudad discutieron el proyecto en detalle, y un miembro de la junta sostuvo que «este desarrollo como se propuso causará que los vecinos sufran y reduzcan el valor de las propiedades en el área».
Por lo tanto, al estar encerrado en una amarga disputa con la ciudad de Westford, decidió tomar el asunto en sus propias «manos», erigiendo una estatua gigante de un dedo medio para que todos la vieran.
Hace diez años, quería construir un garaje de 2.500 metros cuadrados, para poder trasladar sus negocios de reparación de camiones y reciclaje de monofilamentos a su propia propiedad, en lugar de trabajar en la cercana ciudad de Swanton.
Sin embargo, la Junta de Revisión y Desarrollo de Westford Selectboard le impidió obtener un permiso. Luchó durante diez años, pero siguieron diciendo que no, una y otra vez.
Cuando fue rechazado, encargó la estatua por 4.000 dólares. Está hecho de un bloque de pino de 3.200 kilos y se encuentra en la parte superior de un poste de 5metros de alto.
Por lo tanto, el dedo medio está dirigido a los líderes de la ciudad.
El dedo está rodeado de reflectores, por lo que es visible en todo momento del día y de la noche.
Pensó que los funcionarios de la ciudad lo obligarían a derribarlo, pero desafortunadamente no pueden. Westford prohibió las vallas publicitarias, pero como la estatua gigante del dedo medio no es un negocio publicitario, está protegida por la libertad de expresión.
La estatua pertenece a la categoría de arte público, y el propietario dijo que es la «cosa más maravillosa que me han dicho en mi vida».
La horrible escultura de 47.000 dólares que todos los neozelandeses quieren que retiren
Una colosal escultura de una mano, apoyada sobre dos dedos, con una cara bastante molesta, está incomodando a la gente de Nueva Zelanda.
La escultura de cinco metros de altura se instaló en helicóptero en el techo del museo de arte contemporáneo, City Gallery Wellington, en la capital del país el 19 de agosto.
Estaba destinado a animar la Plaza Cívica de Wellington, tres años después de que fuera dañado por un terremoto en 2016. La escultura, descrita como un “autorretrato” por su artista Ronnie van Hout, se instaló originalmente en Christchurch después del devastador 2011 terremoto. Continuar leyendo…
