Un equipo internacional de científicos, dirigido por el paleontólogo Dr. Nizar Ibrahim de la Universidad de Detroit Mercy y la Universidad de Portsmouth, llegó a la conclusión de que el Sahara era el «lugar más peligroso en la historia del planeta Tierra».
En un comunicado de prensa de la Universidad de Portsmouth, el Dr. Ibrahim dijo:
Este fue posiblemente el lugar más peligroso en la historia del planeta Tierra, un lugar donde un viajero humano en el tiempo no duraría mucho tiempo.
Esto se debe en gran parte al hecho de que algunos de los dinosaurios depredadores más grandes de la historia alguna vez vagaron por esta región.
El estudio, que analizó los vertebrados fósiles de un área de formaciones rocosas del Cretácico en el sudeste de Marruecos conocido como el Grupo Kem Kem, ha sido descrito como «el primer relato detallado e ilustrado completamente de la escarpa rica en fósiles» de la universidad.
En ese momento, el área presentaba un sistema fluvial rico en animales acuáticos y terrestres, y como tal también contenía muchos depredadores, que iban desde enormes dinosaurios terrestres hasta pterosaurios voladores.
David Martill, de la Universidad de Portsmouth, coautor del estudio, dijo:
Este lugar estaba lleno de peces absolutamente enormes, incluidos los celacantos gigantes y el pez pulmonado.
El coelacanto, por ejemplo, es probablemente cuatro o incluso cinco veces mayor que el coelacanto de hoy.
Hay un enorme tiburón sierra de agua dulce llamado onchopristis con los dientes rostrales más temibles: son como dagas de púas, pero maravillosamente brillantes.
El estudio involucró al Dr. Ibrahim viajando por todo el mundo para estudiar los fósiles del Grupo Kem Kem, algo que Martill describió como «el trabajo más completo sobre vertebrados fósiles del Sahara en casi un siglo».
Huellas de dinosaurios fueron encontradas en el techo de una cueva en Francia
Se descubrieron huellas de dinosaurios gigantes que se cree que tienen alrededor de 168 millones de años en el techo de una cueva en Francia.
Los grabados fueron descubiertos en una expedición en la cueva de Castelbouc por investigadores de la Universidad de Borgoña-Franco Condado.
Pero, antes de que comiences a elaborar teorías de cómo se encuentran esas marcas en el techo, resulta que las huellas alguna vez estuvieron en el suelo, pero a lo largo de los años se fueron ‘enterrando’, por lo que aparecieron en el techo de la cueva. Continuar leyendo…