Ichkabal es una ciudad maya que, si bien no comprende un destino «nuevo», pronto buscará posicionarse como un nuevo atractivo dentro de la oferta turística en la zona. En sus inicios fue una ciudad de gran importancia para las poblaciones, ya que sirvió como puente para el comercio entre ciudades de la Península de Yucatán y Centroamérica.
Junto con Kinichna, Kohulich y Dzibanché, las ruinas de Ichkabal conforman un circuito de monumentos mayas imperdible: Ichkabal es el nombre de un yacimiento arqueológico de la cultura maya, precolombina, ubicado unos 40 kilómetros al poniente de la laguna de Bacalar, en el estado de Quintana Roo, y a unos 9 km al noreste del sitio de Dzibanché y muy cerca también del yacimiento de Kohunlich.
Según los planes, es probable que Ichkabal abra sus puertas al resto de México en agosto de 2024.
Gracias al Tren Maya, Séeba’an Balam, y al Promeza, Ichkabal recibirá una importante inversión para continuar con los procesos de investigación y conservación, liberar algunas de sus estructuras principales, habilitar la comunicación con Bacalar y con la estación del tren.
El significado del nombre otorgado a este sitio significa en maya “entre bajos«, quizás en alusión a que el desarrollo de tal espacio se llevó a cabo entre los años 300 y 400 a.C y hasta el 1500 d.C. El Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) ha indicado que esta ciudad maya alcanzó una extensión de hasta 60 kilómetros cuadrados, conectándose con Dzibanché.
Sin dudas, se destacará como uno de los sitios arqueológicos más representativos de Quintana Roo. Ichkabal fue un centro de poder que unió las regiones de la selva maya chiapaneca y campechana con el Petén guatemalteco y con el Oriente de la Península de Yucatán hasta el siglo X, cuando terminó el periodo clásico de la civilización maya.