Con 182 metros de altura y un costo estimado de 400 millones de dólares, la «Estatua de la Unidad» se convirtió en la más alta del mundo al ser inaugurada en 2018 en Gujarat, India. Construida en honor a Sardar Patel, uno de los líderes clave en la independencia del país, la colosal obra tardó cinco años en completarse y es un símbolo de unificación nacional.
Ubicada junto al río Narmada, esta impresionante estructura desbancó al Buda del Templo de Primavera en China (de 153 metros) como la estatua más alta del planeta. Aunque Patel es conocido como el «hombre de hierro» por su rol en la integración de más de 500 estados principescos tras la independencia india en 1947, irónicamente, las piezas de bronce del exterior fueron fabricadas en China.
Diseñada por el ingeniero P.C. Vyas, la estatua cuenta con una sala para visitantes a la altura del pecho de Sardar Patel, con capacidad para 200 personas. El sitio no es solo un homenaje, sino un centro turístico que incluye hoteles, museos y barcos que transportan a los visitantes hasta el complejo.
La inauguración oficial, liderada por el primer ministro Narendra Modi, incluyó una procesión multitudinaria denominada Ekta Yatra, en la que participaron miles de personas de pueblos cercanos.
La figura de Patel ha sido motivo de debate en la India. Mientras que el gobierno lo presenta como el «verdadero unificador del país», algunos críticos cuestionan su representación como un líder fuerte en contraste con Jawaharlal Nehru y Mahatma Gandhi, a quienes se califica de «débiles». A pesar de la polémica, la «Estatua de la Unidad» se erige como un hito monumental que atrae a turistas y reafirma el orgullo nacional indio.
Esta gigantesca escultura no solo domina el paisaje, sino que también escribe su nombre en la historia como un símbolo de unión y poderío arquitectónico.