El inventor holandés Peter van Wees está probando una posible nueva prueba de coronavirus, que implica que una persona entre en una cabina con filtro de aire y grite. Luego, las partículas se recogen, se secan y se miden mediante un dispositivo de tamaño nanométrico.
Un inventor holandés ha ideado lo que espera sea un método potencialmente más rápido y más fácil para detectar infecciones por coronavirus. ¿Cómo funciona? En lugar de desagradables pruebas con hisopos nasales, Peter van Wees pide a los participantes que entren en una cabina con esclusa de aire y griten o canten.
Durante la acción, un purificador de aire industrial recoge todas las partículas emitidas, que luego se analizan en busca del virus. “Si tienes coronavirus y eres infeccioso, al gritar y chillar estás esparciendo decenas de miles de partículas que contienen coronavirus«, afirma al respecto Van Wees.
Van Wees, un emprendedor en serie, instaló su stand junto a un centro de pruebas de coronavirus en las afueras de Ámsterdam para probar su invento en personas que acaban de ser testeadas.
Van Wees sostuvo que aunque se detectan muchas partículas pequeñas de la ropa y el aliento de la persona, una infección aparece como un grupo alrededor del tamaño del coronavirus. El proceso dura unos tres minutos. En tanto, la prueba parece haber sido bastante excitante para quienes se le animan: “Siempre es muy agradable gritar, cuando nadie puede oírte”, dijo Soraya Assoud, de 25 años, que necesitaba pruebas de una prueba de coronavirus negativa para viajar a España.
De esta manera, el inventor ve la máquina como una herramienta de detección potencialmente útil en conciertos, aeropuertos, escuelas u oficinas.
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