Un grupo de arqueólogos encontró en Israel un anillo que solía utilizarse para prevenir la resaca y otros efectos secundarios del alcohol.
Se conocen diferentes métodos para evitar o contrarrestar los efectos que pueden generar varias copas de alcohol, desde intercalar con vasos de agua hasta tomar huevos crudos o alguna pastilla que haga que se lleve toda la resaca del día siguiente. Sin embargo, parece ser que en Israel hace varios años tenían otra opción y está consistía en utilizar un anillo, y uno de ellos fue encontrado por arqueólogos en la ciudad de Yavne. El mismo estaba a unos 150 metros de una antigua bodega y se cree que data de la época romana.
De acuerdo al experto y codirector de la excavación, Elie Haddad, es muy probable que el anillo haya «pertenecido al propietario de la magnífica bodega (de vinos), a un capataz» o a un «visitante desafortunado, que se le cayó y perdió su precioso anillo». Respecto a la fecha exacta de la cual data este anillo, los expertos no pueden asegurar una exacta. Si bien se encontró en una excavación de la era bizantina, puede ser que haya ido pasando de generación en generación.
Aunque no se pueda establecer a quién perteneció exactamente, lo que si se sabe es que tiene un peso poco mayor a cinco gramos, según informó el sitio de noticias CNN, y quien lo llevaba era una persona de cierto estatus social. «El uso de la joya indicaba su estatus y riqueza», declaró el arqueólogo Amir Golani, y aclaró: «este tipo de anillos los podían llevar tanto hombres como mujeres».
Respecto a la descripción de esta pieza, se trata de un anillo de amatista de oro y púrpura, según explicaron este tipo de joyas no son raras en el mundo romano pero sí solía ser utilizado por las elites que habitaban la ciudad en el siglo III. Además, según explicó Golani, era común creer en las muchas capacidades que supuestamente tenía la piedra. «Se han atribuido muchas virtudes a esta gema», explicaron los expertos, «incluida la prevención del efecto secundario de la bebida, la resaca».
