El pesebre iluminado de Manarola, un pueblo que se encuentra en la costa de Cinque Terre, Italia, es uno de los más grandes del mundo y este año rinde homenaje a los trabajadores de la salud que se encuentran peleando en primera línea contra el COVID-19.
Este pesebre es conocido a nivel mundial y es uno de los puntos turísticos más destacados de Italia. La primera vez que se armó fue hace 59 años y consta de un recorrido de casi 8 kilómetros, con más de 15000 luces led y más de 100 estatuas que representan a Jesús, María y José, así como también a los pastores, ángeles, pescadores, ovejas y demás. En un homenaje a las personas que estuvieron, y están, trabajando cara a cara contra el COVID-19 y han ayudado a tanta gente en medio de la pandemia, la estatua de un médico utilizando una mascarilla protectora ha sido sumada a la escena.
El pesebre ya es tradicional de la navidad italiana e incluso puede observarse desde el agua, desde botes que se encuentran en el mar Mediterráneo. Por su parte, en 2007 llegó a ser nombrado el más grande del mundo por Guinness. Aunque en estos últimos trece años ha sido superado, continúa siendo de los más grandes a nivel mundial.
Si bien muchas de las celebraciones y atracciones relacionadas con las fiestas de fin de año fueron canceladas para evitar la aglomeración de gente, el pesebre continúa con su agenda de todos los años. «Necesitamos señales de esperanza y por lo menos una apariencia de normalidad«, declaró un vecino local que observó cuando las luces se prendieron, según informó el sitio de noticias The Local Italy.
La tradición del pesebre inició en 1961, cuando Mario Andreoli, un trabajador local, decidió colocar una cruz en la moñtana que se encuentra enfrentada al pueblo para cumplir con el último deseo de su padre. Luego, procedió a iluminarla utilizando la batería de un auto y estuvo encantado con el resultado. Así, fue reciclando materiales y creando más figuras para sumarlas a la escena. En un principio era él solo quien se encargaba de hacer todo trabajo pero ahora, mientras Andreoli tiene 92 años, hay un equipo exclusivo que se dedica a realizar la instalación.